Al menos tres mujeres murieron hoy cuando tropas y miembros de las fuerzas de seguridad sirias reprimieron una protesta en la ciudad costera de Banias, un día después de que decenas de miles de personas tomaran las calles en varias ciudades para pedir la dimisión del presidente sirio, Bachar al Asad.

El director de la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH), Ammar Qurabi, explicó a Efe que las tres mujeres fallecieron en la aldea de Marqab, cercana a Banias, cuando las fuerzas de seguridad dispararon indiscriminadamente contra los manifestantes.

Las víctimas participaban en una marcha para protestar contra el corte de luz y agua en la zona, según Qurabi, quien indicó que se han producido también heridos y no descartó un aumento de la cifra de muertos.

El activista dijo que a primera hora de hoy irrumpieron en Banias militares con tanques y miembros de las fuerzas de seguridad y que francotiradores se apostaron en algunos puntos de la ciudad.

Los miembros de las fuerzas del orden se desplegaron sólo en algunas zonas de Banias, lo que, según el presidente de la Comisión Siria de Derechos Humanos, Walid Safur, "da a esta acción un carácter sectario".

Safur no especificó en sus declaraciones al canal de televisión catarí Al Yazira en qué partes de la ciudad habían irrumpido las tropas, pero otras fuentes opositoras apuntaron que se trata de los barrios suníes.

La mayoría de la población siria es suní, pero el régimen está copado por la minoría alauí (una rama del chiísmo), a la que pertenece la familia Al Asad, y las protestas políticas han reavivado las tensiones sectarias por primera vez en décadas.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó también de la muerte de las tres mujeres, así como de un número indeterminado de muertos y heridos en el barrio Ras el Tabaan de Banias, sin especificar la cifra exacta.

La ciudad se encuentra aislada y las comunicaciones telefónicas, la conexión a internet, la electricidad y el agua han sido cortadas.

Esta ciudad costera no es la única que permanece cercada por las fuerzas de seguridad; también están rodeadas las localidades de Sabka, Zabadali y Al Tel, en la provincia de Damasco, donde ayer se produjeron numerosos arrestos, según Qurabi.

Estas situaciones recuerdan a la de la ciudad meridional de Deraa, cerca de la frontera con Jordania y sitiada por el Ejército desde el pasado 25 de abril.

La red opositora "Sham" informó hoy de que hay tanques y miembros de las fuerzas de seguridad en las calles de esta ciudad, epicentro de la revuelta contra el régimen sirio, y que unas 4.000 personas han sido detenidas, aunque este dato no ha podido ser confirmado por otras fuentes.

En Deraa, las comunicaciones telefónicas y la conexión a internet están cortadas desde hace días y sus habitantes denuncian una masacre, agravada por la falta de alimentos y de medicinas.

Por otra parte, se celebraron hoy en las ciudades de Homs y Hama, al norte de Damasco, los funerales de la veintena de fallecidos por la represión de las protestas de ayer, que coincidieron con nuevas manifestaciones.

Según el grupo opositor Revolución Siria contra Bachar al Asad, los agentes de seguridad impidieron que un gran número de gente se uniera a los cortejos.

Desde el inicio de las protestas el pasado 18 de marzo han muerto 585 civiles y 110 miembros de las fuerzas del orden, según documentó hoy el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.