El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha decidido no difundir las imágenes del cadáver del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, según ha explicado en una entrevista en el programa de la cadena CBS "Sixty Minutes".

"Bin Laden no es un trofeo; está muerto y ahora hay que centrarse en seguir la lucha hasta que Al Qaeda haya quedado eliminada", indica el presidente estadounidense en una entrevista concedida al periodista Steve Kroft.

Sin embargo, la cadena CBS ha podido acceder a una imagen, en la que se observa la herida que le provocó a Bin Laden uno de los dos tiros recibidos, el que entró por encima del ojo izquierdo, que le abrió el cráneo y le extrajo parte de la masa encefálica.

Además, también la senadora republicana Kelly Ayotte ha declarado este miércoles que ha visto una fotografía del cadáver que confirmaría el fallecimiento del terrorista. "He visto una de ellas", ha explicado la legisladora, que ha asegurado que vio la foto porque "otro senador" se la enseñó.

En esta foto, Bin Laden presentaba un disparo en la cara que, sin embargo, no impedía identificar a la víctima como el líder terrorista. Al ser preguntada por si el cadáver pertenecía a Bin Laden, Ayotte respondió: "En mi opinión, sí".

Mientras tanto, la CBS planea emitir el vídeo de la declaración de Obama esta noche, aunque la entrevista completa se difundirá el domingo, según ha indicado en la página de internet del programa.

Con estas declaraciones, Obama concluye un debate interno en la Casa Blanca sobre la conveniencia o no de divulgar las fotografías, que el portavoz presidencial, Jay Carney, ha calificado de "truculentas".

El terrorista más buscado del mundo fue abatido el domingo en la cabeza y el pecho en una operación de comandos de elite estadounidense en una residencia de Abbottabad, una localidad de montaña a unos cincuenta kilómetros de Islamabad.

Uno de los factores que sopesaba la Casa Blanca a la hora de decidir sobre la publicación de las imágenes era el posible efecto "incendiario" de la divulgación.

Aunque sectores de la población, como familiares de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, habían pedido la publicación, para poder pasar página o constatar la muerte del terrorista, la Casa Blanca se ha inclinado ante los argumentos de quienes preferían mantener las imágenes clasificadas.

Los servicios de inteligencia no quieren que se den a conocer documentos gráficos que puedan poner en peligro el éxito de futuras operaciones.

El presidente del Comité de las Fuerzas Armadas en la Cámara de Representantes, el republicano Mike Rogers, había apuntado, por su parte, que divulgar las imágenes podría aumentar el peligro para las tropas en Afganistán o en otros lugares del exterior.

Según fuentes del Pentágono, la Casa Blanca cuenta con tres series de documentos gráficos: fotografías del cuerpo, vídeos de la ceremonia en que se echó el cadáver al mar desde el portaaviones Carl Vinson e imágenes del interior de la residencia en Abbottabad.