Las autoridades mexicanas se han visto obligadas a revisar a la baja y de manera acusada los primeros y alarmantes balances que se dieron desde primera hora del martes del corrimiento de tierra registrado en la localidad de Santa María Tlahuitoltepec, en el estado de Oaxaca (sur), después de que se hablara de cientos de desaparecidos y posteriormente se indicara que había siete muertos. Ahora, se habla de once desaparecidos.

Este es el último balance que han ofrecido por el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, y el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, que descartaron que se hayan encontrado víctimas. Según dijeron, el desmoronamiento de un cerro en esta localidad ha afectado a cuatro viviendas, de las que dos están totalmente sepultadas y dos semisepultadas.

Inicialmente se había informado de que el corrimiento, ocurrido durante la madrugada del martes, había dejado sepultadas 300 viviendas en las que se estimaba que podría haber entre 500 y 600 personas, aunque algunas fuentes llegaron incluso a apuntar al millar. La causa del corrimiento habían sido las fuertes lluvias caídas en la zona, que dificultaron el acceso para evaluar los daños inicialmente.

Según los dos responsables, los desaparecidos son ocho niños y tres adultos. Para su localización están trabajando ya sobre el terreno 462 personas de apoyo, entre bomberos, efectivos de Protección Civil y Cruz Roja y de la Policía estatal.

Junto con la coordinadora de Protección Civil, Laura Gurza, el gobernador y el ministro reiteraron que es imposible el acceso vía aérea por las inclemencias del tiempo y advirtieron que de acuerdo a pronósticos se mantendrán las precipitaciones pluviales en todo el estado, sobre todo en zonas montañosas.