Los seis jóvenes españoles que cayeron al río Tanchachín, en el estado mexicano de San Luis Potosí, el pasado miércoles, habían decidido no aventurarse tras ser advertidos de la crecida en una oficina de Turismo pero un guía les animó, relató hoy uno de los dos supervivientes. Por otra parte, agentes de Protección Civil del estado mexicano de San Luis reanudaron a primera hora del sábado la búsqueda de los tres jóvenes españoles desaparecidos al naufragar su embarcación el miércoles en el río Tanchachín, informaron a Efe fuentes oficiales.

Un centenar de efectivos de Protección Civil rastrean el cauce del río, ayudados por lugareños, a su paso por los municipios de Aquismón y localidades aledañas. La tarea se ha visto complicada por la meteorología y lo montañoso de la zona. Hoy, sin embargo, el tiempo es favorable. "Ahora mismo está difícil, subió mucho el agua, pero aún hay esperanzas", dijo con voz queda el cónsul honorario de España en la vecina ciudad de Tampico, José Luis Ortega.

Bernat Nolet Tomas relató al diario local Huasteca Hoy cómo se conocieron los seis españoles y decidieron ir en lancha a las cascadas de Tamul, a las que se llega después de cruzar el río Tanchachín.

Hasta ahora la aventura se ha cobrado la vida de Neus Terradas, cuyo cuerpo fue hallado hoy a 18 kilómetros del lugar de donde se hundió la embarcación.

Bernat relató que llegó a México hace unas semanas para participar en un proyecto de conectividad y llevar Internet a la comunidad potosina de Malilijá.

Tras finalizar el proyecto, él y sus compañeros Francesc Espasa y Aina Frau (la otra sobreviviente), decidieron visitar los parajes de la Huasteca, pues el plan de trabajo terminó antes de lo planeado.

El miércoles llegaron a Aquismón, recorrieron la plaza y conocieron al guía Jaime Gómez Hernández, quien les ofreció llevarlos en lancha a las cascadas de Tamul.

Antes de tomar una decisión, los jóvenes fueron al Departamento de Turismo, donde pidieron sobre si había riesgo de visitar las cascadas que tienen una caída de 105 metros. La respuesta fue que era peligroso hacer el viaje para llegar al paraje ubicado en Tanchachín.

Los tres jóvenes se desanimaron y decidieron desayunar en un restaurante de la plaza, pero hasta ese lugar llegó el guía, quien les dijo que ya había formado un grupo para ir a las cascadas.

"Le dijimos que fuimos al centro de información de Turismo y que nos habían dicho que no se podía ir, pero él dijo que ahí (en la oficina de Turismo) sólo había unos escolares que no conocían los caminos", relató el joven sobreviviente.

Ya a bordo de una camioneta que los llevaría al río conocieron a Neus y Nuria Terradas Trias e Irene Carbó Xifre, también españolas, así como a una familia del estado mexicano de Veracruz.

Al llegar al afluente, la familia veracruzana declinó subir a la lancha al ver que el río estaba muy crecido y que la corriente era fuerte.

"Hemos llegado aquí y nos han dicho que tenemos que cruzar, no lo sabíamos, hemos preguntado al lanchero si era seguro, ha dicho que sí y hemos subido a la lancha", dijo Bernat.

Al ser preguntado sobre si no intuyó que podía ser peligroso cruzar, respondió: "Yo lo vi crecido, vi corriente" y le preguntó al guía si no era peligroso cruzar el río, quien le respondió que si dirigía bien la embarcación no habría problema.

"La zona por la que cruzar el río era muy plana. No se veían rápidos ni remolinos", aseguran ambos jóvenes en el comunicado, donde cuentan que todo fue bien hasta que alcanzaron la otra orilla, cuando la barca "empezó a girar sobre sí misma".

Los chicos aseguran que el barquero quedó más próximo a la orilla y saltó, con tal impulso que la alejó de nuevo hasta el centro del río y se los llevó la corriente. "Veíamos muchos rápidos delante nuestro y no sabíamos a qué distancia se encontraba la cascada", han señalado los supervivientes.

Ambos intentaron agarrarse a unas ramas bajas de un árbol y cayeron al agua. "A partir de ese momento la corriente nos llevó por separado y nosotros dos nadando, aún no sabemos cómo, logramos salir", relatan. Cada uno quedó a una orilla del río y dieron la voz de alarma para iniciar la búsqueda.

Bernat nadó hasta la orilla y quedó del otro lado del río, pero regresó al sitio de origen auxiliándose con un cable que atraviesa los dos extremos del afluente, según contó al diario potosino.