El estado de Arizona ha apelado ante un tribunal federal contra el bloqueo de las provisiones más polémicas de su ley de inmigración conocida como SB1070, mientras más de 40 activistas que protestaban contra la medida fueron arrestados en Phoenix.

La apelación, anunciada por la Gobernadora republicana Jay Brewer nada más conocerse el dictamen de la jueza Susan Bolton, y presentada a mediodía de hoy, pide que se levante el bloqueo para que la medida pueda aplicarse en su totalidad desde hoy mismo.

Si el caso llega hasta el Tribunal Supremo, como amenaza Brewer, abriría un frente legal sobre la soberanía de los gobiernos estatales y el Gobierno federal, encargado de hacer cumplir las leyes de inmigración.

Mientras se presentaba el recurso ante el 9 circuito de apelaciones de San Francisco (California), en Phoenix continuaron las protestas y manifestaciones en las que se exigía una reforma migratoria integral.

Un primer grupo de manifestantes, incluyendo activistas de California, marchó desde el tribunal federal donde Bolton emitió su fallo hasta el ayuntamiento y el edificio Wells Fargo, que alberga las oficinas del aguacil del Condado Maricopa, Joe Arpaio.

Bajo fuerte vigilancia policial y seguidos por la prensa nacional e internacional, los activistas gritaron consignas como "Alto a la SB1070!", "Si, se puede", "Arpaio y la migra, la misma porquería", y "Arpaio, escucha, estamos en la lucha!".

Otras consignas incluían mensajes como "el pueblo unido, jamás será vencido", y "Qué queremos? legalización, cuándo? ahora".

Sus gritos competían con el ruido del tráfico, de sirenas de la patrulla policial, y de un helicóptero que sobrevolaba la zona. Un nutrido grupo de periodistas y camarógrafos saltó a la calle para captar de cerca las imágenes, pese a la advertencia de la policía de que serían detenidos.

Arpaio ha amenazado con encarcelar a quienes se propongan bloquear el acceso a la cárcel. Además ordenó otra redada en un sector latino de la capital, su décimo séptima acción policial contra los indocumentados desde marzo de 2008.

Mientras Bolton estudia el contenido de las siete demandas que hay planteadas contra la ley SB1070, quienes contemplan un éxodo de Arizona cifran sus esperanzas en que el Congreso apruebe una reforma este año.

La SB1070 ha dividido a los vecinos en Arizona: quienes la apoyan creen que ésta es el antídoto para combatir la inmigración ilegal y la criminalidad; sus detractores consideran que la satanización de los extranjeros no corrige el maltrecho sistema de inmigración.