El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha afirmado que la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU sobre Kosovo "abre una nueva etapa", en la que "la única vía posible" para resolver este contencioso con Serbia pasa por el diálogo.

El ministro de Exteriores ha expresado su "respeto" por la posición fijada por el tribunal, que no es vinculante, sin dar pistas si España se planteará ahora reconocer a Kosovo como estado propio.

España es uno de los cinco países de la UE, junto con Grecia, Chipre, Eslovaquia y Rumanía, que no ha aceptado la secesión del territorio de mayoría albanesa de Serbia, como tampoco Rusia, China y la casi totalidad de países de América Latina. Sí lo han hecho hasta la fecha 69 países, entre ellos, Estados Unidos y Japón.

El Gobierno español ha venido asegurando que sería inflexible en su rechazo a reconocer la independencia de Kosovo, argumentando que contraviene el derecho internacional y la integridad territorial de Serbia.

La condición que ha puesto para cambiar de postura es que haya un acuerdo entre las partes o que el Consejo de Seguridad de la ONU revoque la resolución (1244) que este mismo órgano aprobó en 1999 considerando a Kosovo parte de Serbia.

A juicio de Moratinos, "se abre una nueva etapa y es el momento de mirar al futuro", en línea con el comunicado divulgado por la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, y firmado por todos los socios europeos.

En este sentido, el ministro ha hecho hincapié en que "la única vía posible de la solución de los conflictos es el diálogo", como se puso de manifiesto en la reunión que todos los vecinos de los Balcanes, incluido Pristina, celebraron en Sarajevo el pasado mes de junio en el marco de la presidencia española de la UE.