Los participantes en la conferencia internacional de Kabul sobre Afganistán consideran que las fuerzas afganas deben empezar a asumir la seguridad en algunas zonas del país a finales de 2010 y liderar las operaciones militares en todas las provincias a finales de 2014.

Asimismo, según consta en la declaración final de la conferencia, los participantes apoyan la reintegración de los talibán que renuncien a la violencia y destacan la "centralidad de los derechos de las mujeres" en todos los ámbitos, al tiempo que el Gobierno se compromete a reformar sus leyes para combatir la corrupción.

"Las Fuerzas Nacionales de Seguridad Afganas (ANSF) deben liderar y llevar a cabo operaciones militares en todas las provincias a finales de 2014", en consonancia con los objetivos del presidente del país, Hamid Karzai, según se lee en una copia del comunicado a la que ha tenido acceso Reuters.

En este sentido, prosigue el texto, el Gobierno afgano y las fuerzas de la OTAN deben examinar las condiciones necesarias que permitan el inicio del proceso de transición a finales de 2010.

El comunicado también apoya el llamamiento hecho por Karzai a la comunidad internacional para que al menos el 50 por ciento de la ayuda al desarrollo sea canalizada a través del Gobierno afgano "en el plazo de dos años". Asimismo, los donantes expresan su deseo de trabajar en los dos próximos años para que el 80 por ciento de las ayudas se dirijan a los proyectos prioritarios del Gobierno afgano.

En el comunicado, el Gobierno afgano se compromete a establecer, en el plazo de seis meses, una comisión encargada de revisar las leyes del país a fin de ajustarlas a las convenciones de Naciones Unidas contra la corrupción. Asimismo, el Gobierno acepta trabajar durante los próximos doce meses para que las prácticas judiciales tradicionales de las tribus se adapten al sistema nacional de Justicia.

Por otra parte, todas las partes firmantes de la declaración reconocen la "creciente importancia" de que las elecciones parlamentarias del próximo otoño sean transparentes, incluyentes y fiables.

La declaración destaca también la "centralidad de los derechos de las mujeres" en todos los ámbitos y el Gobierno se compromete, en un plazo de seis meses, a desarrollar una estrategia legal para eliminar la violencia de género y ayudar a las víctimas.

En cuanto al desarrollo económico y social, el Gobierno acepta poner en marcha programas detallados para ampliar el transporte regional y las redes energéticas, al tiempo que los participantes en la conferencia abogan por el impulso, mediante inversiones, y la expansión de las comunicaciones ferroviarias y por carretera con los países vecinos.

El Ejecutivo de Kabul se compromete a incrementar el Producto Interior Bruto de forma sostenible en un 0,7 por ciento para marzo de 2011 y a favorecer, en poco tiempo, la estabilidad fiscal a largo plazo.

Los participantes apoyan, en principio, los esfuerzos del Gobierno para reintegrar a los combatientes talibán que renuncien a sus relaciones con Al Qaeda, pongan fin a la violencia y respeten la Constitución.

En esta misma línea, el Gobierno afgano se compromete a colaborar con el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y con la comunidad internacional a retirar a determinados milicianos de la lista negra de la ONU mediante un "proceso basado en evidencias y transparente".

La declaración destaca también la importancia de facilitar el retorno voluntario, seguro y gradural de los refugiados afganos con el apoyo de la comunidad internacional.