Este accidente constituye la segunda gran tragedia ferroviaria que tiene lugar en el país en los últimos dos meses, ya que el pasado 28 de mayo un total de 148 pasajeros que viajaban a bordo de un tren perecieron en la localidad de Midanpore, situada también en el estado de Bengala Occidental, cuando el convoy descarriló.

Las autoridades consideraron que el accidente estuvo causado por un sabotaje en las vías provocado por la guerrilla marxista del país, que acostumbra a realizar este tipo de acciones contra el transporte ferroviario. En este caso, sin embargo, los rebeldes negaron cualquier implicación en el caso.

En el caso del incidente de este domingo las autoridades tampoco descartan que todo se pueda deber un complot terrorista, si bien los esfuerzos se están centrando en averiguar por qué los dos convoyes confluyeron en la misma vía al mismo tiempo.

India cuenta con una red de ferrocarriles de más de 63.000 kilómetros, y cada día usan este medio de transporte unos 18 millones de personas.

Sin embargo, el sistema ferroviario del país asiático sufre numerosas deficiencias y obsolescencias tecnológicas, lo que provoca que la línea más transitada de India (ocho millones de pasajeros diarios), que recorre los alrededores de Bombay, arroje un saldo diario de 12 muertos por diferentes incidentes.