Estados Unidos pagó 5 millones de dólares a Shahram Amiri, el científico nuclear iraní que aseguró haber sido secuestrado por la CIA, por la información que proporcionó al espionaje estadounidense sobre el programa nuclear iraní, reveló hoy "The Washington Post".

Según funcionarios de EEUU, citados en la página web del diario, Amiri no está obligado a devolver ese dinero, pero es posible que no pueda acceder a él tras romper lo que han definido como una significativa cooperación con la CIA y regresar súbitamente a Irán.

El científico, que llegó anoche a Teherán un día después de pedir asilo político en la embajada de Pakistán en Washington, pudo abandonar su colaboración con EEUU por temor a que el Gobierno iraní causara daño a su familia, según las mismas fuentes.

"Nada de lo que ha conseguido está ahora a su alcance gracias a las sanciones financieras impuestas a Irán", dijo un funcionario, que añadió que Amiri "se ha ido, pero su dinero no". "Nosotros tenemos su información y los iraníes le tienen a él", añadió al "The Washington Post".

Según las autoridades iraníes, Amiri, que fue dado por desaparecido a mediados de 2009 durante un viaje de peregrinación a La Meca, en Arabia Saudí, fue secuestrado por el Gobierno saudí, con la ayuda de los servicios de espionaje de Washington.

Las autoridades iraníes dicen además que Amiri fue trasladado ilegalmente desde Arabia Saudí a Estados Unidos por agentes de los servicios de inteligencia norteamericanos.

A su regreso hoy a Teherán, Shahram Amiri afirmó que las autoridades norteamericanas le ofrecieron 50 millones de dólares (unos 39 millones de euros) a cambio de que se quedara a vivir en Estados Unidos y mintiera públicamente sobre el programa nuclear de Teherán.

Amiri afirmó en rueda de prensa poco después de llegar a Irán, donde se pudo encontrar con su familia, que la CIA le sometió "a una intensa presión psicológica", y que el principal objetivo de Washington al ofrecerle dinero por difundir mentiras es dañar la imagen de la República Islámica.

El científico afirmó además que durante su interrogatorio por parte de los agentes de la CIA estaban presentes agentes israelíes, y que para poner más presión sobre él amenazaron con extraditarle a Israel en caso de que no colaborara.

Amiri, además, negó que él pudiera ofrecer ningún tipo de información de Inteligencia sobre el programa nuclear iraní, pues se definió a sí mismo como "un simple investigador". "Nunca he realizado investigaciones sobre ensayos nucleares", sostuvo. Preguntado acerca de la posibilidad --desvelada por el Gobierno de Estados Unidos-- de que él hubiera accedido a volver a Irán debido a la presión que podría haber ejercido Teherán contra su familia, Amiri negó estas especulaciones. "No hay ningún problema con mi familia", concluyó.