La Asamblea Nacional francesa aprobó hoy en primera lectura, por una amplísima mayoría de 335 votos a favor y 1 en contra, el proyecto de ley que prohíbe el uso del velo integral, como el burka o el niqab, en cualquier espacio público.

El texto salió adelante con los votos de los diputados de la mayoría conservadora de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), del Nuevo Centro (NC), y de veinte representantes de la izquierda, mientras que la mayoría de los socialistas, comunistas y Verdes decidieron boicotear la votación.

Por parte de los socialistas, el diputado Jean Glavany, incidió en que su grupo no ha optado por la abstención sino por no participar en el voto. La razón está, dijo, en que aunque comparten con la mayoría conservadora que ciertas prácticas integristas son incompatibles con los valores de la República y que el objetivo debe ser impedirlas e incluso prohibirlas, no están de acuerdo con el "riesgo jurídico" que plantea este texto. Glavany advirtió que "sería un regalo inestimable para los integristas" si finalmente se declara inconstitucional.

Lo que ha aplaudido Glavany, al igual que el resto de su grupo, es la iniciativa que durante el debate anunció la UMP en el sentido de que pedirá la opinión al Consejo Constitucional.

Se trata del máximo organismo garante de la Constitución en Francia, que está integrado por nueve miembros o "sabios", entre ellos los ex presidentes Jacques Chirac y Valery Giscard d'Estaing, y cuyas decisiones son vinculantes o de obligado cumplimiento.

A la espera de su dictamen, la diputada de la UMP Bérengére Poletti justificó su voto a favor de la ley argumentando que los velos como el burka "son una prisión para las mujeres".

La parlamentaria incidió además en que este proyecto legislativo "no estigmatiza al Islam", tal y como argumentan algunos de sus compañeros de la oposición, porque "la inmensa mayoría de los musulmanes rechazan el burka". Es más, agregó, condenar el velo integral ayuda a luchar contra la "islamofobia".

Una vez superado este primer trámite, el llamado "proyecto de ley que prohíbe la ocultación del rostro en el espacio público" se someterá al examen del Senado en el mes de septiembre.

De aprobarse de forma definitiva, la ley prohibirá el uso de velo integral en cualquier espacio público, incluida la calle y convertirá a Francia en el segundo país, después de Bélgica, que decide tomar medidas legislativas contra este tipo de prendas.

Según el proyecto que hoy ha recibido el visto bueno del Parlamento galo, en un periodo inicial de seis meses no se aplicarán las sanciones contra las mujeres que se cubran el rostro con burka o niqab, pero pasado ese plazo las multas serán de hasta 150 euros.

Además, quienes las presionen para ir así vestidas se exponen a penas de hasta un año de cárcel y multas de hasta 150.000 euros. Las penas se duplican si la mujer a la que se presiona es menor de edad.

El texto, que consta de tan solo siete artículos, estipula que por espacio público se entiende el conjunto de la vía pública así como los lugares abiertos al público (comercios, transportes, parques, cafeterías, etc) o dedicados a ofrecer servicios públicos (ayuntamientos, hospitales o colegios.