El operador de telecomunicaciones France Télécom tiene contabilizados entre 2.000 y 2.500 empleados en Francia que presentan algún tipo de fragilidad psicológica, cuyos casos son tratados en "conferencias sanitarias trimestrales" para evitar suicidios.

La información la reveló Stéphane Richard, director general de Orange (marca comercial de France Télécom), al presentar a la prensa un plan para cinco años que incluye una estrategia para combatir la oleada de decenas de suicidios que ha afectado a la empresa en los últimos años.

Richard precisó que, más allá de esas "conferencias sanitarias trimestrales" centralizadas, también se celebran reuniones en los diferentes servicios para hacer un seguimiento de las personas concernidas.

Puntualizó que resulta difícil determinar quiénes pueden ser susceptibles de tener problemas de este tipo y advirtió de que, aunque resulta "insoportable" que haya un solo suicidio en el que el trabajo haya intervenido, no se puede esperar que no se produzcan nuevos episodios de aquí a final de año.

Al detallar las razones del plan "Conquistas 2015", el "número uno" del gigante francés de telecomunicaciones, cuya plantilla mundial es de 180.000 personas, aseguró que "este proyecto no se ha elaborado para responder a la situación en Francia", pero al mismo tiempo "debe responder a los problemas en Francia".

Por eso, se han hecho esfuerzos para la firma de siete acuerdos con los representantes de los trabajadores en Francia, donde "hay que reconstruir un verdadero pacto social" con la fijación de reglas, derechos y deberes.

Una de las formas de lograrlo es introducir más responsabilidad en la gestión de los recursos humanos, para lo cual Orange va a crear, desde enero de 2011, una red de "campus" para la formación de sus 20.000 empleados con responsabilidad sobre otros trabajadores de la compañía.