Mohamed Udeh, el cerebro del célebre secuestro de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, en el que murieron once atletas israelíes, falleció ayer en Damasco a los 73 años de edad por un fallo renal, informan medios locales.

Nacido en Jerusalén, en la entonces Palestina bajo Protectorado británico, Udeh no participó directamente en la operación, pero lideró Septiembre Negro, una escisión del grupo Al-Fatah de Yaser Arafat creada a raíz de la homónima y sangrienta expulsión de los milicianos palestinos de Jordania en 1970.

También conocido como "Abu Daud", Udeh sobrevivió a un intento de acabar con su vida en 1981 en Varsovia, algo que no sucedió a otros de los responsables del mortífero secuestro, posiblemente asesinados por el Mosad, los servicios secretos de Israel en el extranjero, en el marco de la operación de venganza "Ira de Dios", llevada a la gran pantalla por Steven Spielberg.

La operación tuvo lugar el 5 de septiembre de 1972

Dos atletas israelíes murieron al tratar de resistir el secuestro, mientras que los nueve que fueron tomados como rehenes fueron abatidos a tiros o por el fuego de una granada en una base aérea, después de un intento fallido de rescate por parte de la Policía alemana, en el que también perdió la vida uno de sus agentes.

Cinco de los ocho secuestradores murieron en el intercambio de fuego y los tres restantes fueron liberados semanas después como moneda de cambio en el secuestro de un avión.

Los secuestradores exigían la excarcelación de 234 presos en Israel, así como la de Andreas Baader y Ulrike Meinhof, los dos fundadores de la organización terrorista marxista alemana Facción del Ejército Rojo (también conocida por sus respectivos apellidos), que estaban entre rejas en Alemania.