El Salvador amaneció hoy conmocionado por dos ataques contra autobuses en una zona del norte de la capital que causaron 17 muertos, 14 de ellos en un transporte que fue incendiado con los pasajeros en su interior. Se sospecha que los autores de los ataques podrían ser miembros de la Mara 18, que mantienen frecuentes enfrentamientos con transportistas.

Los crímenes, cometido la noche del domingo, han sido calificados de "salvajes" y "terroristas" por las autoridades de seguridad, mientras los familiares esperan que los restos sean identificados y la principal asociación de transportistas pidió medidas drásticas contra los culpables.

Un portavoz de la Fiscalía General confirmó a Efe que fueron 14 los cuerpos calcinados que recuperaron esta madrugada del autobús al que desconocidos prendieron fuego en el municipio de Mejicanos, en el norte de la capital salvadoreña, un sitio asediado por las pandillas.

El hecho ocurrió minutos después de que en una calle cercana personas armadas atacaran otro vehículo del transporte colectivo en el que murieron a balazos dos niños y un hombre.

El ministro salvadoreño de Seguridad, Manuel Melgar, detalló a periodistas que el incendio del vehículo se produjo cuando policías perseguían a los presuntos implicados en el ataque con armas de fuego al otro autobús. "Es un hecho planificado, ya no se trata de delincuencia común, sino de hechos verdaderamente de terrorismo", declaró Melgar.

Para el diputado Ernesto Angulo, de la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA, conservador) el hecho no se puede tildar más que de "salvaje", y declaró a Efe que "una persona en sus cinco sentidos o que tenga corazón no haría eso". Añadió que la violencia en el país, donde a diario se registran entre 11 y 13 asesinatos, "está llegando a extremos insospechados. No sabemos hasta donde podrá parar esto".