Los artificieros de la Policía de Irlanda del Norte (PSNI) han detonado de manera controlada esta mañana una camioneta bomba cargada con 136 kilos de explosivos, descubierta la pasada noche aparcada cerca de una comisaría de la ciudad de Aughnacloy, en la localidad de Co Tyrone, según informaron fuentes de seguridad, quienes aseguraron que "grupos disidentes" se encontraban tras el atentado, sin elaborar detalles.

Nada más conocerse la existencia de la furgoneta, más de 350 residentes de la pequeña ciudad fueron evacuados a una iglesia cercana, donde pasaron la noche. Ya a la salida del sol, los artificieros llevaron a cabo una explosión controlada, según informaron estas fuentes al diario 'The Irish Times'.

El PSNI aseguró que un portavoz identificado como miembro de un grupo disidente había realizado una llamada previa de aviso a un diario de Belfast, pero no ofreció más detalles sobre la identidad de los responsables.

En una rueda de prensa posterior, el superintendente de la PSNI, Brian Kee, condenó a los responsables del ataque frustrado y garantizó que podría haber causado una gran cantidad de víctimas si hubiera estallado como estaba previsto.