Los principales competidores de BP atacaron a la compañía al señalar que tomó decisiones temerarias en el diseño del pozo que exploraba en el golfo de México y que vierte petróleo al mar desde la explosión registrada el 20 de abril.

Las críticas se registraron durante una audiencia en el Subcomité de Energía y Medioambiente de la Cámara de Representantes de EEUU, donde fueron convocados los responsables de BP America, ExxonMobil, Chevron, ConocoPhillips y Shell.

Se trata de la primera audiencia en la que comparecen los responsables de las principales compañías petroleras, todos ellos líderes en exploraciones en aguas profundas como la que llevaba a cabo BP en el pozo siniestrado en el golfo de México.

El responsable de BP America, Lamar McKay, evitó decir en la audiencia si la compañía creará un fondo para compensar a las víctimas del derrame en el golfo de México que ha causado el peor desastre ecológico en la historia de EEUU.

"No puedo comentar si se creará un fondo o no (...), no puedo comprometerme en una u otra dirección", dijo McKay.

Bill Burton, portavoz de la Casa Blanca, declaró el lunes que ese fondo alcanzará "miles de millones de dólares", aunque no ofreció una cifra específica, y subrayó que, de ser necesario, el gobierno estadounidense "obligará" a BP a crear ese fondo.

Por otra parte, durante la audiencia, Henry Waxman, presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, preguntó en un momento dado: "¿Está alguno de ustedes en desacuerdo con la afirmación de que BP cometió errores" en el pozo que exploraba en el golfo de México.

Su pregunta fue seguida de un profundo silencio.

Una carta divulgada el lunes por Waxman y el legislador Bart Stupak señala que BP tomó "decisiones arriesgadas de forma repetida para ahorrar dinero y tiempo" en el pozo que explotó el 20 de abril y que desde entonces derrame petróleo al mar.

Las petroleras presentaron un frente unido en los días posteriores al incidente pero comenzaron a distanciarse de BP al ver que la crisis se prolongaba y con ella la imagen pública del sector.

Ese distanciamiento quedó de manifiesto durante la audiencia en la que los competidores de BP no sólo criticaron a la multinacional británica sino que defendieron también sus propias prácticas.

"Son prácticas a las que nosotros no recurrimos", afirmó el presidente de Chevron, John Watson, quien aseguró el lunes en una entrevista con el diario The Wall Street Journal que el accidente en la plataforma operada por BP "se pudo evitar".

Similar actitud adoptó Rex Tillerson, presidente de ExxonMobil, quien insistió en que la empresa que él dirige habría optado por un diseño distinto para el pozo y comprobado la "integridad" de las capas de cemento, que parecieron fallar en el pozo de BP.

"Nosotros no llevamos a cabo operaciones si no podemos hacerlas de forma segura", afirmó Tillerson.

Marvin Odum, presidente de Shell, expresó, por su parte, su "confianza" en los métodos de exploración de la empresa, construidos, dijo, siguiendo una serie de "múltiples barreras de seguridad" y "estándares" estrictos.

"La seguridad y la protección medioambiental son y serán la prioridad de Shell", destacó.

Pese a intentar presentarse como "mejores" que BP, los legisladores arremetieron también contra el resto de petroleras.

Las otras compañías "no están mejor preparadas que BP para hacer frente a un derrame", afirmó Waxman, en unas declaraciones que compartieron otros legisladores.

Entre los más críticos estuvo Stupak, quien dijo que BP no es la única "manzana podrida" del sector sino que "lamentablemente" tiene mucha compañía.

El legislador demócrata por Michigan mencionó, en ese sentido, que los planes de respuesta de las otras grandes petroleras ante una catástrofe como la que tiene lugar ahora en el Golfo son igual de patéticos.

Mencionó, en tono irónico, que entre las diferencias está el que el plan de ExxonMobil dedica 40 páginas a cómo lidiar con la prensa en caso de un desastre ecológico similar.

"Han anticipado casi cualquier tipo de conversación que pueda tener lugar", subrayó Stupak, quien insistió en que la mayor petrolera del mundo parece más preocupada con su imagen en el caso de un eventual desastre que con limpiar los restos de crudo del mar, un capítulo al que dedica "sólo nueve páginas" en su plan de emergencia.

La de este martes es la primera audiencia en la que comparecen los responsables de las principales compañías petroleras, todos ellos líderes en exploraciones en aguas profundas, como la que llevaba a cabo BP en el pozo siniestrado en el Golfo.