El Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) condenó hoy a penas de entre cinco años y cadena perpetua a siete altos cargos de la Policía y el Ejército serbobosnios por su papel en el genocidio de Srebrenica, en 1995.

Dos penas máximas recayeron sobre el ex coronel Ljubisa Beara -una de las manos derechas del que fuera jefe del Ejército serbobosnio, Ratko Mladic- y el teniente coronel Vujadin Popovic, mientras que las condenas de los otros inculpados oscilaron entre 5 años para el ex general Milan Gvero y 35 años para el ex teniente Drago Nikolic.

Beara y Popovic fueron considerados culpables del crimen de genocidio contra unos 8.000 varones musulmanes, mientras que a Nikolic lo culparon de "complicidad con genocidio", lo que explica la condena más baja.

"Popovic sabía de la intención de no sólo matar a los que habían caído en manos de las fuerzas serbobosnias, sino también matar a la mayoría de ellos (de los hombres musulmanes) para destruir al grupo", sentenciaron los jueces.

Sobre Beara, dijeron que fue una "pieza clave" en los asesinatos y que "sabía de cerca" cuántos musulmanes estaban destinados a ser ejecutados.

Ljubomir Borovcanin y Vinko Pandurevic fueron absueltos del crimen de genocidio y condenados a 17 y 13 años de prisión por crímenes como asesinato, persecución y actos inhumanos.

Radivoje Miletic y Milan Gvero, los únicos de los siete que no estaban acusados de genocidio, fueron condenados a 19 y 5 años de prisión respectivamente.

Los jueces consideraron que Miletic "tuvo pleno conocimiento" del plan contra los musulmanes bosnios en Srebrenica y Zepa.

El juicio contra estos siete altos cargos serbobosnios ha sido el más largo y donde han sido juzgados juntos más sospechosos de colaborar en la matanza de Srebrenica.

Los jueces constataron que el ataque a Srebrenica y Zepa, dos ciudades declaradas enclaves seguros por la ONU, fueron iniciados por el ex líder serbobosnio Radovan Karadzic, que también está siendo juzgado en el TPIY.

Los serbobosnios capturaron Srebrenica en julio de 1995 y a continuación asesinaron a unos 8.000 musulmanes de sexo masculino, mientras que el resto de la población fue expulsada, en el peor caso de genocidio y limpieza étnica de las guerras de la antigua Yugoslavia.

Hasta ahora el tribunal ha inculpado a un total de 21 serbobosnios por crímenes relacionados con Srebrenica, de entre los cuales solamente hasta hoy el ex general Radislav Krstic había sido condenado por genocidio, y fue sentenciado en apelación a 35 años de cárcel.