Aunque los hechos están todavía muy confusos, se sabe que se registraron dos tiroteos. En el primero, ocurrido sobre las 7,15 de la mañana (11,15 GMT); en el edificio para residencia West Ambler Johnston, falleció una persona.

Dos horas más tarde, se produjo un segundo tiroteo en el Norris Hall, en la facultad de ingeniería, en el que falleció el resto de las víctimas.

Además, se han contabilizado otras 21 personas heridas, de las que se desconoce su gravedad, por lo que no se descarta que la cifra de muertos pueda seguir creciendo.

Los heridos han sido trasladados a diversos hospitales locales, aunque su tratamiento se ve dificultado por los fuertes vientos que azotan la zona y que impiden el funcionamiento de los helicópteros.

Las autoridades han facilitado hasta el momento muy poca información sobre lo acontecido. Por ejemplo, no se sabe si el autor o autores de los disparos son estudiantes de esta Universidad y tampoco se conoce el arma utilizada en esta masacre.

Al menos un agresor ha fallecido.

Los tiroteos, que se registraron en el recinto universitario, en Blacksburg (Virginia);, han traído a la memoria otros incidentes de violencia en diversos centros de estudio del país.

Al reaccionar a la tragedia, calificada hoy como de "proporciones monumentales", el presidente George W. Bush dijo sentirse "horrorizado" y preocupado por el bienestar del personal docente y de la población estudiantil, y ofreció ayuda federal en caso de que el estado la solicite.

Bush tiene previsto emitir una declaración sobre la matanza a las 16.15 (20.15 GMT);.

El Senado ha guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.

Mientras, en una rueda de prensa, el presidente de la Universidad, Charles Seger, dijo que la comunidad universitaria está "conmocionada y horrorizada", y ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas.

"Estamos haciendo planes para comenzar el proceso de cura de esta terrible tragedia", observó Steger, tras añadir que en la investigación del crimen participan agentes de la policía local y estatal y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI);.

Las autoridades ordenaron la evacuación del recinto, que alberga a unos 26.000 estudiantes, y la suspensión de clases para hoy y mañana. Además, han establecido sesiones de ayuda psicológica para los supervivientes, dijo Steger.

Se trata de la peor matanza universitaria en la historia de EEUU, que ha hecho recordar los asesinatos de la escuela Columbine en abril de 1999, cuando dos estudiantes mataron a doce alumnos y un profesor antes de suicidarse.

En un vídeo realizado por un estudiante, transmitido una y otra vez por las cadenas de televisión, se escuchan múltiples disparos, pero las imágenes no ayudan a esclarecer el caos suscitado.

La prensa local ha indicado que, la semana pasada, las autoridades de la Universidad recibieron dos amenazas de bomba, aparentemente dirigidas contra los edificios de ingeniería.

En esa ocasión, las autoridades también evacuaron el recinto universitario y ofrecieron una recompensa de 5.000 dólares para cualquier información que ayude a aclarar el caso.

No es la primera vez que el recinto, de unos 10.500 metros cuadrados, es escena de actos de violencia u objeto de amenazas.

En agosto de 2006, las autoridades también cerraron la universidad después de que un prisionero escapara de la cárcel, asesinara a un guardia y se refugiara en el área.