Gestos tan cotidianos, pero no por ello menos necesarios, como llenar de productos el carro de la compra, tienen tras de sí una compleja operativa logística que culmina con el transporte cuando el camión descarga la mercancía y hace posible ese gesto tan habitual ya mencionado.

El Transporte, sea cual sea su modo, pero sobre todo el de carretera por su capilaridad, cada vez tiene una mayor relevancia, porque cuando se hace referencia al Transporte, dentro de la cadena de la logística, se habla al mismo tiempo de la forma en que la carga se mueve desde su punto de origen hasta el destino final, en el que llega a manos del consumidor.

Ese movimiento obedece a variables como oferta y demanda de esos productos, distancia entre el lugar de producción y destino, rapidez en el servicio, costes del servicio, etc.

En ese escenario de modos de Transporte, voy a circunscribirme al de Mercancías por carretera en España y a la relevancia que éste tiene en nuestra economía nacional. Y para ello, para un análisis resumido, hay que considerar el carácter estratégico de este sector.

El Transporte por Carretera constituye uno de los puntales sobre los que se asienta nuestra economía, teniendo en cuenta que más del 90% de las mercancías que se mueven por España lo hacen por Carretera y muchos de los productos que se exportan a los países de la UE viajan en camiones.

En un contexto de globalización no se puede obviar la presencia del transporte por carretera en la economía y la presencia de ésta en el marco Europeo. Nuestra economía, y el Transporte de Mercancías por Carretera con ella, contribuye de forma significativa a la economía de la UE.

En definitiva, se puede afirmar que el Transporte de Mercancías por Carretera español, y por añadidura el alicantino, constituye un pilar básico de desarrollo y vertebración.

Con datos objetivos contrastados con las bases de datos del Ministerio de Fomento, en estos momentos se puede decir que la provincia de Alicante se sitúa entre las diez primeras de España en número de camiones.

Es decir, que el Transporte de Mercancía Alicantino no es un sector emergente sino que está consolidado y mantiene un crecimiento sostenible a día de hoy. Se convierte así, en un socio estratégico, indispensable de la economía alicantina.

Los mercados demandan servicios, y el Transporte es una pieza de vital importancia para conseguir dar cumplimiento a esa demanda que, finalmente, afecta al consumidor.

Pero nada de todo lo dicho puede llevarse a efecto sin un decidido apoyo eficaz y eficiente de las Administraciones Públicas. A ellas compete la inversión en infraestructuras que faciliten ese desarrollo económico.

El Transporte de Mercancías por Carretera no puede ser solamente un sujeto objeto de recaudación, debe ser también un sector al que hay que escuchar y dotar de medios que haga posible su desarrollo estructural, dentro del marco competitivo y estratégico que le corresponde.

El ciclo económico ha cambiado. A unos años de violenta crisis, siguen otros de los que ahora estamos al inicio de lenta recuperación y crecimiento que hay que trabajar y consolidar. También en este crecimiento, el Transporte de Mercancías por Carretera ha tenido su protagonismo, contribuyendo.

En efecto, la senda moderadamente alcista que se inició en 2014 sigue en esa línea al cierre de 2017, el crecimiento de transporte interior dentro del territorio nacional ha tenido un incremento del 9,8% (medido en Toneladas de Mercancía Transportada) con respecto al año 2016, siguiendo en esa estela el Transporte Internacional, con un incremento del 6,7% respecto de 2016.

No puedo finalizar sin una breve reflexión. El Transporte de Mercancías por Carretera, no sólo por su importancia estratégica y no sólo como elemento indispensable de la economía, sino también por su cercanía al ciudadano, ha sido, es y será insustituible.