Pirotecnia Zaragozana, hasta la fecha, no ha tenido mucha implantación en la ciudad de Alicante. ¿Nervios de disparar en Luceros ante un público exigente como es el alicantino?

Es una empresa con muchos años de recorrido, pero es cierto que en la Comunidad Valenciana no ha tenido mucha penetración. Hasta ahora, la empresa se ha dedicado más al centro del país.

¿Qué supone disparar en Luceros, dentro del concurso oficial de mascletás de Hogueras?

Una mezcla de orgullo, de responsabilidad... Es un honor para la Pirotecnia Zaragozana. Para nosotros, disparar en Hogueras es como hacerlo en Fallas, es una fiesta igual de importante.

La empresa no es muy conocida en Alicante, pero sí su apellido [Brunchú], un clásico de la pirotecnia en la Comunidad. ¿Qué supone para usted Alicante, donde su apellido genera respeto?

Siempre hay nervios, pero en general el equipo lo formamos gente veterana. Para mí, en concreto, Luceros es mi casa. Llevo muchos años viniendo a Hogueras con diferentes empresas.

Hablando de la mascletà, ¿qué espectáculo han preparado?

Es una mascletà basada en un patrón tradicional. Habrá un principio aéreo, en cuatro fases, en el que mezclaremos diferentes efectos. Luego habrá seis fases terrestres, en las que habrá fuego aéreo. Y para terminar, el tramo terremoto, en tres fases: que acabará con un bombardeo tradicional, de más a menos, de unos 15 segundos.

¿Con qué sensación le gustaría que se quedara el público de Luceros tras la mascletà de hoy?

Nos gustaría que la gente aprecie que es una mascletà tradicional. Esperamos que el público valore el disparo, sobre todo el final, que note cómo va de menos a más. En resumen, nos gustaría que se fueran con buen sabor de boca.