n Hubo dos comidas de conciábulo fogueril en Alicante que congregaron a dirigentes socialistas de primera línea. Una de ellas, en un racó de Federico Soto, la protagonizó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto a sus consellers, al rector Manuel Palomar -omnipresente en la vida social alicantino- o a alcaldes como el «sanchista» Lázaro Azorín de El Pinós, entre otros. Ángel Franco, el gran mandamás del socialismo alicantino, por su parte, se llevó a comer a Jose Muñoz, secretario de Organización del PSPV y el hombre con el que tiene que negociar en València cualquier asunto de la convulsa agrupación de Alicante. Franco, ya saben, nunca da ni una puntada sin hilo. Reunió a casi todos los que le secundan en el racó de la Foguera Sèneca-Autobusos, ganadora del primer premio de la categoría especial y, además, la comisión de la que forma parte Gabriel Echávarri, alcalde de Alicante hasta hace solamente unos meses.