«Estamos en las fiestas para divertirnos. ¿Por qué va a ser la edad un problema?» se pregunta Francisco Antonio Astor, el presidente de la Hoguera Bola de Oro, al referirse a la belleza de su Hoguera, Toñi Franco Pelegrín. Y es que, frente a una mayoría de bellezas en la veintena, la representante femenina de esta hoguera de Carolinas Altas tiene 63 años, muy bien llevados, y una ilusión y una vitalidad comparables a las de cualquier mujer más joven.

Toñi nació en Murcia, pero lleva viviendo en Alicante desde que se casó, hace más de 40 años. Sin una vinculación especial con las fiestas, más que la de cualquier alicantino que sale por ahí y que va invitado a un racó o a una hoguera, fue designada belleza casi por carambola. «Yo voy a la peluquería de Noelia (miembro de la comisión de Bola de Oro) y ella me dijo un día que si quería ser belleza de su hoguera. Me lo pidió en broma, pero respondí que sí sin dudarlo y aquí estamos», cuenta riendo. Dice que la edad no la limita. «Yo estoy bien, tengo muchas ganas de participar en todos los actos. Estoy muy orgullosa y quiero disfrutarlo». De su energía da fe el presidente de su hoguera. «Toñi tiene mucho entusiasmo y refleja otro tipo de belleza. Hace años las bellezas no podían tener más de 26 años y no podían estar casadas ni tener hijos. Aquella norma absurda se eliminó pero aun choca que haya una belleza mayor y no hay motivo», indica Astor. El presidente asegura que «Toñi es la revolica de la hoguera. Cuando ella llega se nota, está feliz y da gusto contar con ella. Cuando me dijeron que estaba dispuesta a ser nuestra bellea me pareció fenomenal».

No todos en la Fiesta comparten el criterio de esta hoguera. «Hay presidentes que me han dicho que ellos no tendrían una belleza con esta edad pero creo que es un criterio machista y discriminatorio con el que debemos acabar. Una belleza puede ser de cualquier edad, igual que puede ser más gorda o más flaca, o ser alta o baja. Esto no es un concurso de misses», afirma Astor. Toñi ratifica que más de una mujer de su edad le ha dicho que es mayor para este cargo «pero yo no estoy de acuerdo. Estoy representando a una hoguera, ¿qué tiene que ver la edad si hay ilusión, fuerzas y ganas». De hecho, esta mujer, que durante años trabajó como pinche de cocina en el hospital, asegura que el próximo año participará en la elección de Bellea del Foc. «Quiero ir a las convivencias y participar en la gala del puerto y en todos los actos. Para mí es un reto y una experiencia irrepetible. Ya se lo he dicho a otras bellezas, que voy a ser como una madre para la mayoría, pero no me pienso perder nada», confiesa, añadiendo entre risas que «yo creo que año que viene todavía estaré bien para bailar».

Apoyo de la familia

En esta aventura la belleza de Bola de Oro cuenta con el apoyo de su familia. «Uno de mis hijos lloró y todo cuando me vio en la tele el otro día en la Entrada de Bandas», comenta. Su nieta Aroa, de diez años, es comisionada de la hoguera, «y el que más me apoya es mi marido, Pepe, que me acompaña a todos lados, y eso que me dice que ya está cansado de tanto lío. Lo que no he conseguido aún es que se vista».

De momento, Toñi no tiene preferencias por ninguno de los actos de Hogueras. «Me gustan todos, vestida de alicantina o de calle» como anoche, cuando, como una más, colaboró en la plantà de su hoguera sin perder la sonrisa y sin dejar de saludar a todo el mundo y de presentarse orgullosa como la belleza de Bola de Oro.