Se estrenaban en Alicante y apostaron por una mascletà larga, muy larga. Pirotecnia del Mediterráneo empleó más de 8 minutos en su disparo, que además, con 103 kilos de masa explosiva, se quedó muy lejos del máximo permitido de 150 kilos.

Mucho tiempo y poco explosivo tuvo como resultado una mascletà descafeinada en cuanto a decibelios, muy por debajo de la media de estos días. El disparo alcanzó un pico máximo de 124 decibelios, aunque el ritmo medio fue de 109.

Fue además una mascletà en la que predominaron los fuegos aéreos, que según los entendidos en pólvora se prolongó durante un minuto y medio y restó vistosidad al disparo.

La mascletà, según explicó a los periodistas el pirotécnico Antonio García, estuvo formada «por seis fases aéreas disparadas con digital», seguida de una pequeña descarga «que dio paso a la fase terrestre de siete partes». De ahí a un terremoto final «de cuatro partes a dos alturas para terminar con un bombardeo largo con cinco fases». En este sentido, el pirotécnico valenciano explicó que habían apostado por un final potente «porque es lo que gusta aquí».

García añadió que la mascletà había sido principalmente aérea, «debido a las características de la plaza y para que todo el mundo pudiera verla». También hubo algunos toques de humo de color «para decorarla, aunque sin pasarnos porque el color pega más a los espectáculos nocturnos».

Hoy, último día del concurso de mascletàs de las Hogueras 2016. La pirotecnia Hermanos Ferrández tratará de escribir una página de la historia de este certamen como la única empresa que ha ganado cuatro años consecutivos.