¿Es el primer año que participan en el concurso de mascletàs de Alicante?

Como empresa sí. He estado otros años, pero como encargado de otras pirotecnias.

¿Y qué tipo de mascletà ha preparado para su debut en la plaza de los Luceros?

Tenemos una idea de las mascletàs que es la de que todas sus partes tienen que ir de menos a más. El inicio, la parte terrestre, el terremoto y el final. Todas ellas deben de ir de menos a más. En nuestra marca el final es muy espectacular pero corto. No nos gusta hacer durar las cosas más de la cuenta. Hay otras empresas que tienen costumbre de repetir las cosas. Pero todo tiene que ir en su justo tiempo.

¿Está nervioso por su estreno en las Hogueras?

Una vez que has toreado en el Ayuntamiento de Valencia vas más confiado. Pero yo y mis socios, Arturo Martínez y Héctor Rodríguez, estamos nerviosos por ver cómo nos recibe el público de Alicante, pero con la seguridad que nos dio la experiencia de Valencia, en la que quedamos de los mejores. Aunque ahora la gente te dice que espera mucho de ti.

¿Cuál es el mayor contratiempo que puede sufrir un pirotécnico?

En lo único que estamos vendidos es con el tema de los efectos digitales. Aunque llevamos dos o tres máquinas, todo puede fallar.