El Rico Pérez cumplió ayer 46 años desde su inauguración oficial en medio del mayor periodo de inactividad de toda su historia, ya que no abre sus puertas al público desde el pasado 1 de marzo con motivo del partido del Hércules ante el Andorra (0-0).
El recinto alicantino fue inaugurado un 3 de agosto de 1974 con un partido entre el Hércules y el FC Barcelona (0-4) en una jornada que fue todo un acontecimiento social y deportivo para la ciudad de Alicante y la provincia.
El parón provocado por la pandemia y la posterior suspensión de la competición en Segunda B han elevado ya a cinco meses el periodo de tiempo en el que el recinto no es escenario de un encuentro de fútbol.
Oficialmente, el estadio cerró definitivamente su actividad como escenario de entrenamientos el pasado 13 de marzo, un día antes de que el Gobierno decretara al estado de alarma, si bien desde entonces el club ha mantenido las labores mínimas de acondicionamiento del terreno de juego.
Antes de esta pandemia, el estadio nunca había permanecido durante tantos meses sin actividad alguna. Ni siquiera cuando el recinto que fue sometido a una gran obra en su estructura para ampliar su aforo y acoger el Mundial 82. Tampoco en las dos grandes renovaciones de su terreno de juego, acometidas en los veranos 1996 y 2010, el estadio alicantino permaneció más de tres meses sin actividad. La actual situación sanitaria puede provocar que el Rico Pérez aún sume un par de meses más sin fútbol, ya que no está garantizado el inicio de la próxima temporada en Segunda B para septiembre.
Homenaje póstumo a Sigfrido
Por otra parte, la Asociación Herculanos ha nombrado «Herculano de Oro» a Sigfrido Sastre, miembro del cuerpo médico del club alicantino durante más de dos décadas, fallecido el pasado mes de febrero a la edad de 70 años. Los galardones 'Herculano de Oro' se entregan desde 2005, con el nacimiento de la Asociación Herculanos, y pretenden reconocer, «la defensa de los valores, historia y competitividad tradicionales del herculanismo».
