Horas después de ver ascender al Castellón y al Sabadell, el Hércules anuncia el fichaje de Carmelo del Pozo como nuevo director deportivo de la entidad con un único objetivo: imitar lo que acaban de conseguir sus ya excompañeros de grupo. Firma por dos temporadas tras una negociación que se ha prolongado más de dos meses. Tras la primera negativa, Enrique Ortiz no se quiso dar por vencido, tampoco Carmelo cerró la puerta del todo y con el paso del tiempo las posturas se fueron acercando. Incluso el ya oficial director deportivo lleva varias semanas trabajando con Becerra y Varela en la planificación deportiva sin haber firmado, algo muy extraño para un Hércules muy ambicioso en la configuración de su organigrama técnico.
El Hércules esperó a la noche para anunciar por fin la incorporación de Carmelo. El técnico era el primer objetivo de la entidad para remodelar su proyecto deportivo e intentar escapar de Segunda División B, categoría en la que cumplirá el próximo curso su séptima temporada de forma consecutiva.
El club herculano, a través de un comunicado, asegura que Del Pozo, que ya trabajó para el Hércules en la temporada 2011-12 de la mano de Sergio Fernández, entonces director deportivo, representa «los valores, la experiencia y la trayectoria que el club busca en esta nueva etapa».
Carmelo del Pozo tendrá en su equipo de trabajo a Ángel Becerra, secretario técnico, y a Alejandro Valera, incorporados al organigrama técnico hace ya un mes.
El segoviano llega a la entidad tras haber trabajado en clubes como Levante, Oviedo o recientemente el Deportivo de La Coruña, del que se desligó hace unos meses. Profundo estudioso del mercado nacional e internacional, Carmelo Del Pozo conoce bien la entidad herculana porque ejerció de secretario técnico blanquiazul a principio de la década pasada (2011/12) y está afincado en la provincia de Alicante. Del Pozo regresa al Rico Pérez avalado por su trabajo realizado en los últimos años tanto en Primera como en Segunda División y con el reto de devolver al Hércules a la Liga de Fútbol Profesional.
El reto que se le presenta a Carmelo es mayúsculo para borrar en primer lugar la imagen que dio el Hércules la pasada temporada en la que casi desciende a la Tercera División. Y por otra parte, tendrá la presión de tener que ascender sí o sí tras la creación próximamente de la Segunda B Pro. El nuevo director deportivo del Hércules tiene por delante la misión de configurar una plantilla nueva en la que hay once jugadores con contrato en vigor con los que se deberá negociar en más de la mitad de los casos.
Tras el anuncio del fichaje de Del Pozo vendrán las renovaciones de jugadores como Raúl Ruiz y Falcón con los que ya se ha llegado a un acuerdo para que sigan en el Hércules durante al menos una temporada más.
Arranca una nueva etapa en la historia del Hércules con la llegada de un director deportivo muy contrastado que quiere triunfar en Alicante.
La independencia para trabajar fue el principal obstáculo
El responsable del organigrama técnico del club dudaba de las posibles injerencias en su parcela de los máximos accionistas
Carmelo tiene sobre la mesa el compromiso de Ortiz de que dispondrá de 1.750.000 euros para conformar la plantilla, una cantidad importante en Segunda B, más aún en una temporada como la próxima, condicionada hasta el extremo por la crisis económica que se avecina por el coronavirus. Del Pozo, eso sí, sabe que, llegado el caso de ejecutar alguna operación que exceda del presupuesto fijado, deberá ser aprobada por los máximos accionistas.
Carmelo ha estado en contacto diario con Varela y Becerra y fue él quien recomendó a Ortiz el fichaje de ambos, independientemente de que él terminara aceptando la oferta del Hércules. Del Pozo se reunió con Ortiz y Ramírez en mayo para conocer en primera persona la oferta del club y al cabo de unas semanas declinó la proposición por dudas sobre la independencia en su trabajo. Sin embargo, la insistencia de Ortiz ha sido clave para que Carmelo vaya a asumir el cargo que dejó vacante Portillo en diciembre y que después asumieron Paco Martínez y Paquito Escudero bajo la tutela de Ramírez.
Multitud de dudas y sospechas sobre la independencia en su trabajo le llevaron a replantearse su retorno a Alicante. Del Pozo recelaba de un club que poco ha cambiado desde que él se marchara junto a Sergio Fernández en 2012 y entendía que habrá siempre una serie de opiniones por encima de él. El paso de las semanas y las numerosas conversaciones con Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez le llegaron a convencer de que podrá realizar su trabajo con independencia. Por lo menos así se lo han prometido al nuevo director deportivo de la entidad. El tiempo dirá si por fin algo ha cambiado en el Hércules y Carmelo y sus colaborares pueden realizar su trabajo con normalidad y sin injerencias de ningún tipo. La ilusión es máxima.
