Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hércules-Cádiz: vidas opuestas

El conjunto gaditano, que pugnó con los blanquiazules por el ascenso a la Segunda División hace cuatro años, ya está en Primera mientras los alicantinos siguen en el pozo y casi se van a Tercera

Benja durante un partido este año. Alex DomÍnguez

Un gol de Dani Güiza tras un fatal resbalón de Álex Muñoz privó al Hércules de ascender a la Segunda División en la temporada 2015-16 y llevó la gloria al Cádiz. Cuatro años después el destino de ambos clubes lleva caminos totalmente opuestos. Mientras los gaditanos continúan celebrando su ascenso a la Primera División, los blanquiazules siguen viviendo con alivio el haber evitado el descenso a Tercera División a costa de la pandemia. El Cádiz frenó durante dos años consecutivos el camino hacia el fútbol profesional. Después lo hizo el propio Hércules con una estructura casi amateur y una filosofía que le impide crecer año tras año. Los gaditanos ya piensan en la máxima categoría mientras los blanquiazules llevan cuatro meses paralizados y esperando eternamente a Carmelo del Pozo. Sin entrenador, sin saber qué jugadores con contrato van a ser rescindidos y sin hacer oficial prácticamente nada salvo la llegada de Becerra y Varela y el cambio en el área de comunicación.

El Hércules vive anclado durante mucho tiempo mientras sus compañeros de viaje van creciendo y escalando categorías. En Alicante todavía se celebra el haber evitado el descenso después de una temporada ridícula. Este año no habrá margen para repetir semejante actuación tras crear una nueva categoría (Segunda B Pro). Un descuido puede provocar hasta un descenso de dos peldaños y la segura desaparición.

Álvaro Cervera, exjugador del Hércules, fue el entrenador del Cádiz en la temporada 15-16 y cuatro años después ha llevado al equipo a la Primera División. Fue en los años ochenta y noventa un delantero cotizado que alcanzó la internacionalidad y despuntó en Primera en el Mallorca, Valencia y Racing de Santander.

Catarroja, Almansa o Alicante fueron destinos en los que Álvaro Cervera dio sus primeros pasos en los banquillos, saboreando el éxito en el Castellón, al que ascendió a Segunda División. Equipos punteros de Segunda B confiaron en sus métodos en busca de repetir el éxito castellonense. Cultural Leonesa, Real Jaén y Real Unión de Irún son sus siguientes destinos hasta que el Recreativo de Huelva le ofrece entrenar en Segunda siete años después del ascenso con el Castellón. Su etapa en Huelva fue breve, el Racing había llamado a sus puertas para entrenar en la máxima categoría. Pero no conseguir la permanencia le hizo caer de nuevo a Segunda B. El Tenerife lo reclamó para volver al fútbol profesional y lo consiguió. En 2013, segundo ascenso de Cervera a Segunda. Ésta vez sí continuó, aunque en su tercera temporada al frente de los tinerfeños fue destituido.

Vuelta a empezar, otra vez a Segunda B. Al final de la campaña 2015-16 lo llama el Cádiz. Peligra incluso entrar en la fase de ascenso. El equipo se desangra. Cervera toma el timón y en solo cuatro partidos logra el primer objetivo. Por los pelos, porque pierde dos, pero la promoción está conseguida aun entrando como cuarto clasificado. El siguiente reto se plasma en seis encuentros. Ahí ya se ve a otro Cádiz, que gana por la mínima cinco encuentros y, muy importante, no encaja ningún gol en los cuatro últimos: Cervera ha insuflado su esencia al equipo, que asciende a Segunda en 2016.

En las cuatro temporadas siguientes en la categoría de plata, el Cádiz siempre ha oteado los puestos altos de la tabla: un año jugó la promoción de ascenso, los dos siguientes estuvo cerca y esta campaña ha conseguido subir.

Con calma, sin aspavientos, pero con una seguridad y contundencia cimentada desde el banquillo, Álvaro Cervera no renuncia a su plan y llega a lo más alto.

Un ejemplo de buen trabajo y envidia para un equipo como el Hércules, que ni siquiera tiene entrenador a estas alturas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats