El Hércules se ha convertido desde hace mucho en una novela de final abierto, tantos desenlaces posibles que nadie es capaz de preverlos. El club, acostumbrado en los últimos tiempos a actuar por impulsos, súbitamente y sin libro de estilo, ahora quiere virar hacia una gestión pulcra, pero la tarea se hace harto imposible. Son los males de un club policéfalo, donde muchos tienen voz y voto, donde la decisión debe pasar antes por muchas cabezas, siempre de opiniones contrarias.
Ortiz sigue empeñado en que Carmelo del Pozo sea el director del nuevo Hércules, de ese giro hacia la profesionalidad de un club encorsetado en el amateurismo por sistema. Las negociaciones por el director deportivo siguen abiertas, pero no se cerrarán de manera inminente. Ambos lo saben. El «no» de Carmelo al Hércules de hace tres semanas se ha suavizado, pero el tiempo corre y el bloqueo en el club sigue. Ortiz quiere atarlo cuanto antes, entre otras cosas, para frenar el mar de fondo que rodea a la afición, crítica con sus 20 años de gestión y que ayer recorrió las calles de la ciudad en señal de protesta.
El plan que tiene el máximo accionista es comenzar a dar cuanto antes buenas noticias para ilusionar a la masa social con un proyecto que pretende ser tan ambicioso como nunca en la categoría. Y en parte lo consiguió el pasado viernes cuando anunció los fichajes de Ángel Becerra y Alejandro Varela, como secretario técnico y miembro del organigrama deportivo, respectivamente. Tras el anuncio de las dos incorporaciones varias peñas apostaron por apartarse de la marcha de protesta de ayer para «darle al club un voto de confianza» y «dejarles trabajar».
Precisamente ese movimiento de Becerra y Varela, dos trabajadores habituales de Carmelo y gente de su máxima confianza, es un claro guiño de Ortiz a Del Pozo y un movimiento inteligente, la última intentona para persuadirle, pero su fichaje no es vinculante. Uno de los enigmas que también debe resolver el Hércules es el acomodo que tendrá definitivamente Javier Portillo, ex director deportivo del club y yerno de Ortiz. Fue él quien puso el nombre de Dupi sobre la mesa y quien lo recibió en Alicante para hablar junto a Juan Carlos Ramírez. En esa charla no estuvo presente Ortiz, cuya apuesta es Del Pozo, pero que debe ceder ante Portillo y su socio desde hace cinco años en club, Juan Carlos Ramírez. De momento, los plenos poderes deportivos los asume Becerra, que será el encargado de dialogar en los próximos días con plantilla y cuerpo técnico y comenzar de una manera muy progresiva a buscar los elementos de la futura plantilla.
Pese a la insistencia de Ortiz en que venga Carmelo, la pelota sigue en el tejado del máximo accionista, que debe asegurar las peticiones del director deportivo, que sólo asumiría el cargo con la certeza de que podrá hacer al completo el cambio radical estructural que concibe. Sin injerencias, cada uno en su parcela y con el bien del Hércules como único y común objetivo.
Cisma en la afición
La marcha de ayer contra la gestión provocó un conflicto entre las peñas. Quique Tébar, presidente de la Asociación Herculanos, convocante de la protesta, expresó que respeta, pero no comparte la opinión de aquellos que decidieron no ir a la marcha para «darle un voto de confianza al club». «Ya han demostrado que los que hay no trabajan correctamente», apuntó. Por su parte, el Hércules emitió ayer un comunicado en el que trata de «tender puente» con la afición y anunció un próximo «Plan de Acción Social».
Admitido a trámite el recurso del Lleida para reanudar la 2ªB
Admitido a trámite el recurso del Lleida para reanudar la 2ªB El Hércules, administrativamente, sigue atado de pies y manos por el ERTE y por la reanudación de la competición 19-20 en Segunda División B, que continúa en el aire por el recurso que presentó el Lleida, 5º clasificado cuando se paró por el covid-19. Su recurso por la suspensión de la temporada avanza en la justicia dado que el Juzgado Central de la Audiencia Nacional lo ha admitido a trámite. El juez le da ahora un plazo de diez días a la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano, para que formule las alegaciones pertinentes.
