Un mes después de anunciar que la familia Ortiz estaba dispuesta a salir del accionariado del Hércules y vender el club, el presidente Quique Hernández abogó por que empresarios alicantinos den un paso adelante y se hagan cargo de la gestión de la entidad que dentro de dos años será centenaria. En declaraciones a Radio Alicante-Ser, Hernández no quiso facilitar cifra alguna sobre el montante de la operación de compraventa del Hércules, pero sí precisó que el desembolso de la cantidad acordada se podría efectuar cuando el equipo suba a Primera División. No obstante, el dirigente blanquiazul es consciente de la crítica situación que atraviesa el conjunto alicantino, en puestos de descenso a Tercera División, y reclamó el apoyo de la afición para salir del pozo «porque sin su ayuda va a ser muy complicado».

«Ortiz me dijo que lo más importante es la supervivencia del Hércules y su continuidad como club, que seguro va a cumplir 100 años en 2022, en las condiciones que sea, aunque lo ideal es mantener la categoría este año», introdujo Hernández sobre el encargo que le hizo el propietario del club el pasado 12 de febrero sobre su intención de venderlo en plena escalada de tensión y rechazo social por la pésima gestión de la directiva y la catastrófica marcha deportiva del equipo.

«Lo que yo prefiero y lo ideal sería que empresarios alicantinos tomasen la gestión del club. Sería lo mejor para el Hércules, que su capital social pertenezca a empresarios alicantinos. Ya he hablado con alguno de ellos y vamos a seguir hablando. Y saber dónde viven para insultar», añadió Hernández, en referencia directa a la reciente compra del Elche CF por parte del inversor argentino Christian Bragarnik.

El dirigente añadió que «se darían muchísimas facilidades» para que empresarios alicantinos se hicieran con la mayoría del accionariado del Hércules y asumieran la gestión del club. «¿Y cuándo se devuelve el dinero que se pacte por la operación?», se preguntó a sí mismo. «Cuando el equipo esté en Primera División durante 15, 20 o 30 años», agregó Hernández, que no quiso facilitar cifras sobre el precio que el empresario Enrique Ortiz pide por el club blanquiazul, que algunas fuentes conocedoras del proceso han fijado entre 30 y 50 millones de euros. Sí que insistió en que los interesados en la compra deben presentar un «aval de solvencia porque no queremos dejar el club en manos de cuatreros».

En el terreno estrictamente deportivo, Hernández se declaró «preocupado y ocupado» por la mala marcha del equipo, aunque está convencido de que, no sin sufrimiento, el Hércules se va salvar antes de la última jornada de Liga. «Lo mejor es que dependemos de nosotros mismos en estos 10 partidos que quedan para el final y vamos a jugar contra rivales directos», explicó Quique Hernández. «Dentro de este desastre de temporada, hay una cosa positiva, que es intentar darle la vuelta a la situación. A nivel profesional, sería una gran satisfacción para los jugadores conseguirlo y espero que lo logren».