Un muro delante y otro detrás. Y el Hércules incomunicado. Antonio Moreno ha levantado un dispositivo defensivo casi infalible desde su llegada, pero a costa de que el equipo apenas se adentre en el área rival. Un parapeto eficaz, una vanguardia descuidada. El Hércules desperdició ayer una oportunidad inmejorable para salir del descenso casi cuatro meses después y no pasó del empate ante un Andorra que se quedó con un hombre menos en el minuto 52.

El Ejea y el Mestalla siguen estampándose semana tras semana pero siguen fuera de la zona de peligro porque los equipos en descenso son incapaces de ganar un partido. Ni Hércules, ni Badalona, ni Prat, ni Orihuela han vencido en las últimas tres jornadas y la lucha se condensa cada vez más. En solo tres puntos hay seis equipos: cuatro de ellos descenderán, uno jugará play-out y a otro le tocará el gordo de la permanencia. Por lo pronto, el Hércules recortó ayer otro punto y se queda a dos de la salvación. Un premio amargo porque desaprovechó un penalti lanzado por Yeray al borde del descanso.

Moreno, que ha blindado al equipo desde que cogió al equipo hace tres semanas, no encuentra el camino de romper una sequía goleadora que dura ya 398 minutos. El técnico extremeño diseñó un esquema excesivamente defensivo, con tres centrales (Álvaro, Perone e Íñiguez) y con Raúl como falso extremo o segundo lateral. Nani fue el lateral por la banda izquierda. Por medio, otra maraña de piernas para frenar el juego combinativo del Andorra. Moreno recuperó el trivote de su debut ante el Llagostera, con Sergio Jiménez (que volvió a ser sustituido al descanso), De Lerma y Yeray más adelantado. El aparato funcionó pero el conservadurismo no lo aceptó el Rico Pérez. Con todo, el partido podría haber cambiado en el minuto 2 si Benja, negado de cara a puerta, hubiese acertado a rematar un pase atrás de la defensa del Andorra, de esos prohibidos por catecismo. El ariete catalán no logró ni armar el disparo.

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Hércules CF-Andorra: La «clementización» no basta

El club del Principado aceptó el reto de llevar el peso del partido. Enfrente, un Hércules agazapado hasta el extremo, fiado a unos contragolpes extravagantes, conducidos por un Yeray perdido en la mediapunta y en la labor de locomotora improvisada. No hubo opción para el Andorra, pero el Hércules también tardó mucho en dar señales. Y las que dio fueron por errores forzados del rival.

Otra mala entrega (el pecado de quien nunca pega un pelotazo) dejó a Alfaro solo en el área, pero en lugar de girarse tocó de cara y De Lerma disparó a las manos de Bañuz. Poco a poco el Hércules fue estirándose, Raúl conectó con Yeray y con una pared se plantó en el área pero su disparo apenas inquietó al Andorra. A dos minutos del descanso y tras un rechace de una falta lateral, Bessone agarró a Benja y el árbitro decretó penalti. Yeray, el encargado en esta temporada y tras una larga charla con Benja en el punto de penalti, ejecutó el lanzamiento abajo a su izquierda y el portero lo adivinó.

Sergio Jiménez, fuera al descanso

Para la segunda parte Moreno dio entrada a Vergos y sentó a Sergio Jiménez, invisible en la primera mitad y de nuevo sustituido. El ariete griego se colocó tras Benja pero el punto de inflexión lo iba a provocar la expulsión de Musa. El ariete del Andorra, que tenía amarilla del primer tiempo, cortó un contragolpe que no iba a ningún sitio y el árbitro no dudó. Con 38 minutos por delante y un hombre más, Moreno se nubló y no varió nada. El Andorra, perplejo, continuó con el balón en los pies; el Hércules, reservón. Y el Rico Pérez comenzó a impacientarse.

El Andorra entrena en Torrellano y se relaja en la playa de Sant Joan antes del encuentro

El Andorra entrena en Torrellano y se relaja en la playa de Sant Joan antes del encuentroEl Andorra llegó el sábado a Alicante en autobús y se ejercitó en el Isabel Fernández de Torrellano, de césped natural. De ahí marcharon a un hotel de la playa de San Juan. Ayer por la mañana, unas horas antes del encuentro, la expedición estiró las piernas por la playa. Para la historia, la primera visita oficial de un club extranjero desde que en los 50 llegaran el España de Tánger y el Atlético Tetuán; ambas ciudades, bajo diversos protectorados.