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Carlos Martínez: «¿Mi compromiso con el Hércules? Me rompí una costilla y una ceja por el club»

El todavía «pichichi» blanquiazul de la actual temporada habla de su atropellada salida del club en enero y de su adaptación al club del Principado, próximo rival del Hércules

Carlos Martínez, con el Andorra. fc andorra

Un mes después de su marcha del Hércules, Carlos Martínez (Barcelona, 1986) habla claro de su paso por Alicante, de su llegada al Andorra y de las peculiaridades de ambos clubes. El delantero catalán, que el pasado curso rebasó la barrera psicológica de los 10 goles, sigue siendo el máximo goleador del Hércules en la presente temporada. Este domingo (17.30 horas) no estará en el Rico Pérez por lesión y por contrato.

¿Qué tal le va por Andorra?

No todo lo bien que podría ir. Acabo de salir del médico y me han dicho que tengo una rotura en el isquio. Al final tanto apoyar mal por la lesión que tenía en la rodilla en Alicante me ha pasado factura. Se ha ido cargando la zona y ahora ha dicho «basta».

El club también anda alborotado, ¿no? Acaba de echar a Gabri y ha firmado a otro técnico.

La verdad es que me ha pillado descolocado porque he venido a Barcelona al médico. Es cierto que estamos pasando una mala racha pero estábamos contentos con él.

¿Adaptado a un nuevo país?

Pues mire, poco a poco. Yo pensaba que iba a ser muy parecido a España pero no tiene nada que ver. Sobre todo en el tema de legislaciones, ando bastante liado con el papeleo para poder ser residente y matricular en el cole a los niños.

¿Cómo vivió su marcha del Hércules?

En verano pedí salir, es cierto, pero porque no quisieron mejorar mis condiciones. Cuando firmé en 2018 me dijeron que lo que me pagaban era el límite al que podían llegar pero en invierno ficharon a tres jugadores con contratos bastante superiores.

Y usted pidió equipararse...

Solo pedí una mejora con base en mi rendimiento, que creo que fue bastante bueno. Pero no lo aceptaron y también me prohibieron salir. Yo lo acepté y comencé la pretemporada muy comprometido. Es cierto que tuve una lesión en la costilla y me costó arrancar pero luego marqué cuatro goles en mis primeros seis partidos.. Se me había olvidado todo lo de verano. Pero yo no pedí igualarme a la gente que llegó luego, que venía de una categoría superior, sino que sólo pedí un reconocimiento a mi trabajo.

Pero terminó marchándose en enero del club.

Fue una situación totalmente distinta. En verano me dijeron que confiaban en mí pese a no mejorarme el contrato. En invierno Mir tiene una charla conmigo y me da a entender que somos muchos delanteros. Luego viene otro y ya veo que soy transferible y otros no.

Vamos, que le enseñan el camino de salida.

Sí, pero bueno me lo pusieron bastante fácil, me da rabia que me echen el muerto a mí, pero si no hubieran querido que me fuera habrían hecho algo.

¿Le duele que haya gente que piense que no metía la pierna?

Yo tuve máxima implicación. Me hace gracia porque decían que no metía la cabeza y por el Hércules me rompí una costilla, una ceja y tuve un esguince grado dos del ligamento por meter la pierna. Yo creo que he rendido y estoy muy contento de mi etapa en Alicante, he sido feliz y creo que he hecho disfrutar a mucha gente.

También se fue Miranda, otro jugador clave el pasado año.

Sí, casualidad que los dos acabábamos contrato en junio y éste era el único mercado en el que podían sacar beneficio. Da la sensación de que han querido abaratar porque los que han llegado son cedidos... Creo que se hacen mal las cosas porque un día uno opina una cosa y al día siguiente, otra.

Parece mentira que el club esté en descenso a Tercera.

Sí, pero claro, después de verlo todo de dentro dices «con razón». Ahora le faltan cosas y sobre todo facilitarle las cosas al jugador.

¿Le decepcionó?

En absoluto, pero es un club peculiar y el día a día es complicado. Cuando llegas crees que todo es bonito, pero por dentro es un club especial. Sin embargo, yo he tenido la suerte de jugar cada dos semanas en el Rico Pérez, que es un campazo. Y de tener a una afición de puta madre, la ciudad está siempre detrás.

¿Le asusta que pueda bajar a Tercera?

Yo no lo quiero creer, quiero que se salve y que el Andorra esté lo más arriba posible. En Alicante me he sentido muy querido y hay buen equipo, pese a todo. Ha habido una dinámica negativa y la confianza de todos ha ido bajando. Te contagias de la negatividad y ganar luego te cuesta la vida. Ojalá se estructure el club porque no es normal que esté en Segunda B, ésa es la verdad.

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