En el momento justo y en el lugar indicado. Antonio Moreno (Badajoz, 1974) asumió la pasada semana el banquillo del Hércules por accidente y seis días después se ha ganado una prórroga. El técnico, casi sin querer, ha conseguido el beneplácito del vestuario, la grada y el presidente. De momento el club no lo ha ratificado de manera oficial, pero todo hace indicar que Moreno se sentará este sábado (20 horas) en el banquillo del Johan Cruyff, nueva casa del Barça B tras el adiós del Mini Estadi.
Moreno, técnico del filial blanquiazul desde la 17-18, entrenó por primera vez al Hércules el pasado miércoles y en menos de una semana ha seducido a la plantilla, un grupo hundido que pide a gritos tranquilidad y un capitán de barco que lo motive, que le diga sus errores con palabras acolchadas, no con críticas punzantes. Su discurso previo al partido del Llagostera multiplicó la fe del equipo. «Nos hizo ver que tenía mucha confianza en nosotros», coincidía ayer el vestuario, que cierra filas en torno a Moreno, que hoy ha dado descanso al equipo y que mañana comenzará a preparar el partido en Barcelona porque la sesión de ayer fue plenamente de recuperación.
La figura de Moreno también ha unificado el criterio de una grada convulsa con Vicente Mir, al que jamás perdonó que en su primer encuentro justificara el juego del equipo con la actitud de la afición. No valieron de nada sus palabras en jornadas siguientes. «Es una afición de 10», avisó Mir en la rueda de prensa previa al partido de Sabadell. El Rico Pérez ayer levantó el pulgar a Antonio Moreno, a pesar de que el equipo continuó sin ganar en casa. Y ya va para cuatro meses. No importó tanto el resultado (un empate con el que el Hércules sigue a dos partidos de la salvación), sino que prevalecieron los intangibles. La predisposición del equipo fue otra, el Hércules pudo ganar, pero también perder. La grada valoró el esfuerzo del equipo al término del encuentro y así lo hizo saber.
De manera inmediata, el entorno blanquiazul también condenó el posible fichaje de Gustavo Siviero por el Hércules. Fue entonces cuando comulgó todavía más con la figura de Moreno, hombre de la casa desde hace tres temporadas, cuando recaló en el filial de Preferente y al que ascendió el pasado verano a Tercera División tras 15 años de ausencia.
Fichaje frustrado
El otro apoyo que tiene Moreno en el Hércules es la directiva y así lo agradeció el técnico en la rueda de prensa tras el partido del domingo. El presidente, Quique Hernández, había elegido a Siviero como el sustituto pero el sábado desaconsejó al argentino subirse al avión para el que tenía ya billete comprado. La buena imagen del Hércules ante el Llagostera y la comunión total de Moreno con la plantilla y la afición frenó la negociación con Siviero. El entorno blanquiazul nunca vio con buenos ojos el regreso de un Siviero que fue despedido en la 17-18 tras solo nueve jornadas y pese a ganar en su último partido, ante el Peralada.
Sea como fuere, Moreno, que se sentará este sábado (20 horas) en el banquillo del Hércules, sigue como interino porque el club no comunica que sea el elegido hasta final de temporada. Una derrota en casa del Barça B, cuarto clasificado, podría reabrir el debate en torno al que sería el sexto entrenador del Hércules en una temporada agotadora.
El conjunto blanquiazul, que suma a día de hoy 22 puntos, debe hacer de aquí a final de curso casi los mismos números que ha conseguido en 25 jornadas. El promedio de las últimas 10 temporadas fija la salvación en 45 puntos. El pasado curso el Castellón mantuvo la categoría con 44 y el Olot, el curso anterior, con 43. El Hércules (y Moreno) sabe que la permanencia pasa por ganar. Ninguno de los 12 últimos clasificados lo hizo esta semana.
Un discurso enriquecedor y lleno de confianza
«La charla fue espectacular, nos hizo ver que confiaba en nosotros». Así expresa el vestuario del Hércules la primera toma de contacto que tuvo Antonio Moreno con los futbolistas antes del inicio del encuentro del pasado domingo ante el Llagostera. A veces parece obvio que un entrenador confía en su plantilla, pero nunca viene mal expresarlo ni tampoco hacerlo de la manera en la que lo hizo el técnico extremeño, que arrancó con un empate su andadura profesional en los banquillos.
En los micrófonos de Cope, el delantero Benja expresaba tras el partido que las palabras de Moreno habían sido el mejor discurso que el vestuario había recibido en toda la temporada. Con el viento a favor, crédito de la plantilla, de la grada y de la directiva mediante, Moreno afrontará mañana su segunda semana al frente del Hércules, con la difícil tarea de sumar en casa del Barça B, que ha ganado cinco de los siete encuentros que ha disputado en 2020.
Moreno recuperó el pasado domingo a varios pesos pesados como Diego Benito, Pablo Íñiguez y Benja y para esta semana podrá contar con Perone y Nani, que cumplieron sanción el pasado domingo en Alicante ante el Llagostera.
