El capitán y portero del Hércules Ismael Falcón, posiblemente la voz más autorizada del vestuario en esta calamitosa temporada, admitió ayer que la mala marcha del equipo -antepenúltimo y a cinco puntos de la permanencia- le quita el sueño y que son los jugadores los principales responsables de la situación y los únicos que pueden sacar al equipo de su estado crítico. Camino de los 36 ce que está viviendo la temporada «más dura» de su larga carrera (17 campañas como profesional) y saluda la vuelta de Quique Hernández a la presidencia como una apuesta por «la tranquilidad».

«Este año está siendo muy complicado y después de tantas temporadas que llevo de profesional, ésta es la más difícil, no sólo por lo deportivo, sino por todo lo que está pasando», reconoció tras el entrenamiento, aliviado por el cierre del mercado de invierno, que siempre crea zozobra en los vestuarios por las entradas, salidas y constantes rumores.

El capitán blanquiazul, que vive su sexta temporada en varias etapas en el Hércules, asegura que en estos tiempos inciertos centra todo su esfuerzo en «rendir, ser ejemplo y transmitir ilusión a los compañeros» con la certeza de que sólo los jugadores pueden salvar al equipo del descenso a Tercera. «Al final, las temporadas y los jugadores pasarán, pero se queda algo muy importante, que es el Hércules y entre todos tenemos que arreglar esta situación, con confianza en que es posible».

Falcón reconoció la «frustración» y el abatimiento que le producen la pésima marcha del equipo y derrotas como la del pasado domingo en casa ante el Atlético Levante (1-3). «Mentalmente está siendo duro y hay noches que se pasan sin dormir, dándole vueltas a la cabeza, pero hay que mantenerse firme y dar la cara; estoy fuerte para rendir», indicó.

En su balance de los cambios en el mercado de invierno, el guardameta reconoció que futbolistas que se han marchado -como Fran Miranda o Carlos Martínez- con los que compartió el curso pasado «las buenas vivencias» de la lucha por el ascenso «son buenos jugadores y buenas personas, pero ya no están; y los que han venido lo han hecho con la máxima ilusión, con ganas de demostrar que son aptos para el Hércules y somos los que estamos aquí, al 100%, para sacar al equipo de ahí abajo».

Falcón mantiene que la visita este domingo (17.00) al líder Sabadell es una buena oportunidad, en un buen campo, para dar «un golpe en la mesa y decir que este Hércules va a salir hacia arriba».

El capitán agradeció el respaldo a la plantilla prestado por el nuevo presidente Quique Hernández e hizo examen de conciencia sobre la cuota de reponsabilidad del vestuario en la crisis de juego y resultados: «Los jugadores somos los que damos resultados y estabilidad a un proyecto; somos los culpables de esta situación y los que tenemos la llave de cambiarla».