El entrenador del Hércules, Vicente Mir, ha cambiado la dinámica de trabajo de su equipo, que ayer perdió 1-3 en su estadio ante el Atlético Levante, y ha dirigido la sesión de este lunes en la playa de Urbanova cuando estaba previsto que el escenario fuera el estadio Rico Pérez.

La sesión de entrenamiento ha contado con la presencia de todos los jugadores de la primera plantilla y, según fuentes del club, se trata de una medida que tiene como objetivo acelerar la integración de los recién llegados y levantar la moral de los futbolistas.

El técnico valenciano también ha querido aislar a sus jugadores del ambiente negativo que rodea a la entidad tras la mala marcha del equipo y la reciente dimisión de Juan Carlos Ramírez, uno de los máximos accionistas de la entidad, al frente de la comisión deportiva.

La situación institucional del Hércules, al igual que la deportiva, es muy delicada, ya que gran parte de los seguidores del equipo alicantino han mostrado en las últimas semanas de forma pública su disconformidad con la gestión del club, solicitando con concentraciones, marchas y cánticos en el estadio la salida de los actuales dirigentes.