Que todo cambie para que nada cambie. De momento, el Hércules ha regresado al trabajo sin ninguna novedad tras una semana de descanso por Navidad. Ni rastro de la revolución que se presuponía en la plantilla tras la irrupción en el club de Juan Carlos Ramírez y su equipo de trabajo para tratar de huir de los puestos de descenso a Tercera División, en los que sigue atrapado el equipo desde hace siete jornadas.
Este lunes Ramírez, el nuevo hombre fuerte del ámbito deportivo en el Hércules, presenció a pie de campo el regreso a los entrenamientos del equipo junto a Paquito Escudero y Paco Martínez, los dos elegidos para confeccionar el equipo. «No va a haber movimientos inminentes», expresaba el mandatario vasco al término de la sesión matinal. Por la tarde también presenciaría la sesión, en un claro ejemplo de que va a estar al corriente del día a día del vestuario. En los últimos tiempos había permanecido ajeno a petición de Javier Portillo, ex director deportivo del equipo y su socio en Zassh Tecnológica.
La atípica calma en el mercado de fichajes contrasta con la exigencia del técnico, un Vicente Mir que pidió que las incorporaciones llegaran cuanto antes: «Si vienen el 20 de enero habremos perdido tres jornadas». Parece haber caído en saco roto la petición del nuevo entrenador porque desde el club se confía en levantar la confianza de los jugadores de una plantilla que creen con mucho potencial. Pocos movimientos y recuperación de lo que ya hay en el vestuario. Una revolución encubierta, una recuperación desde dentro.
Lo que sí es prioritario es la incorporación de un central pero Mir sigue sin recambio dos meses y medio después para el alicantino Samuel, que se lesionó de gravedad la rodilla a mediados de octubre. Sin embargo, esa prioridad no se refleja en los actos porque lo lógico habría sido que el regreso al trabajo ya hubiese sido con el nuevo zaguero. El puesto de lateral diestro, por contra, no parece que ahora sea tan trascendental porque Felipe está recuperado y convenció a Mir en Tarragona. En caso de urgencia volverían a pelear por un puesto Álvaro Pérez y Olmedo.
Por el momento, ayer se ejercitó la plantilla al completo, a excepción del colombiano Jaime Alvarado, concentrado con su selección para disputar el Preolímpico. Con los futbolistas del primer equipo se ejercitaron los canteranos habituales Abde, Pedo Torres y también Ortuño. También estuvo a las órdenes de Vicente Mir el mediapunta Alejandro Alfaro, marcado por su flojísima primera vuelta. El club baraja que sea el onubense uno de los elegidos para abandonar el Hércules en este mes de enero. En su lugar, Mir tiene claro que quiere a Chechu Flores y así se trabaja en las oficinas del Rico Pérez. El club espera el movimiento del extremo, con contrato en un Orihuela que tiene nuevo entrenador y que está experimentando la llegada de un grupo inversor. La negociación no verá la luz en los próximos días.
Jesús Alfaro, aún entre algodones
Quien debe esperar para regresar a la competición es el extremo Jesús Alfaro, inactivo desde primeros de noviembre por una rotura muscular en el cuádriceps. Este lunes, en la vuelta a los entrenamientos del equipo, se le vio trabajar aparte, aunque sí que pisó el terreno de juego. No parece que pueda ser de la partida este próximo sábado y Mir volverá a apostar por Moha Traoré y Borja Martínez en los extremos en una alineación sin fichajes.
En el aspecto más social, fueron muchos los aficionados que acudieron este lunes a las taquillas del Rico Pérez a retirar las cuatro entradas gratuitas que tienen los abonados para el partido ante el Ejea. Este sábado será una auténtica fiesta del deporte en Alicante porque a las 17.30 horas juega el Hércules, a las 19.30 el filial blanquiazul en la Ciudad Deportiva y a las 20.00 el Lucentum en el Pedro Ferrándiz.
