Una celebración fría, con gesto de circunstancias y sin la presencia de los mandatarios. El Hércules felicitó ayer las fiestas navideña en el antepalco del Rico Pérez y brindó por un 2020 redentor, que purgue todos los males y que aparte al equipo de los dramáticos puestos de descenso a Tercera División.

Al acto acudió el presidente de la entidad, Carlos Parodi; así como el entrenador, Vicente Mir; y los tres capitanes de la plantilla, Falcón, Diego Benito y Pablo Íñiguez. También el presidente de los Veteranos, el exfutbolista Pepe Varela. Ni Enrique Ortiz ni Juan Carlos Ramírez, los dos máximos accionistas hicieron acto de presencia.

El primero optó por la ley del silencio hace ya mucho tiempo y rara vez se deja ver por el estadio. Sin embargo, Ramírez, ahora con plenos poderes en la parcela deportiva tras el adiós de Portillo, sí que estaba ayer en el Rico Pérez al mismo tiempo en el que se celebraba el brindis con la prensa. No apareció y, por tanto, no hubo explicación al carrusel de decisiones, a cual peor, con las entradas de la Copa del Rey. Tampoco comunicación oficial sobre cómo planea el club un mercado invernal que se presenta capital para la casi centenaria historia de la entidad.

Quien sí habló fue el presidente, Carlos Parodi, que calificó el 2019 del Hercules como «una montaña rusa». «Hemos sido capaces de devolver la ilusión a la ciudad y pelear por el ascenso, incluso batimos el número de abonados en Segunda B, pero lamentablemente también estamos viviendo ahora la peor de las caras en lo deportivo», indicó Parodi. El presidente pidió el «compromiso de todos». «Vamos a ver si entre todos podemos ser capaces de revertir la situación», culminó.

Para ello, el Hércules espera un nuevo año milagroso, un 2020 en el que el equipo debe ganar, como mínimo, 10 partidos de los 19 para hacer números de permanencia.

«Estamos en una cuesta»

El capitán del Hércules, Ismael Falcón, aseguró ayer que el partido de este domingo ante el Nàstic es una auténtica final. «Es la semana más importante de la temporada porque el rival está cerca y ganarles supondría una gran inyección de moral». Además, el portero gaditano reconoció que el equipo se encuentra en «una cuesta». «De nosotros depende si continuamos hacia abajo o si queremos levantarnos y tirar para arriba», añadió.

Falcón volvió a hacer hincapié en la necesidad que tiene el equipo de dejar la portería a cero. «Nos tenemos que mentalizar para salir de ahí abajo, ante el Espanyol B hicimos dos goles y ni siquiera nos valió para puntuar», lamentó. «No podemos ser tan frágiles, debemos ser contundentes en las dos áreas», indicó.