Fernando Román tiene muchas papeletas para convertirse en el primer fichaje del Hérculesque se abre en enero. El central madrileño, de 26 años, apenas tiene oportunidades en el Córdoba y desde Alicante ya se han puesto en contacto con él, una alternativa que le seduce ya que vistió de blanquiazul en la campaña 16/17.
Román jugó 32 partidos a las órdenes de Luis García Tevenet y Carlos Luque pero a final de curso hizo las maletas, víctima del mal curso general y recaló, primero en la Ponferradina, y después en el filial del Valencia. Su buen papel en el Mestalla le situó de nuevo en la agenda de los clubes punteros de Segunda B y fue el Córdoba el que se llevó el gato al agua el pasado verano, firmándole un contrato por tres temporadas.
Pero el inicio de temporada en el equipo califal es caótico, no tanto a nivel deportivo, sino institucional. Los jugadores, entre ellos su compañero Miguel de las Cuevas, acumulan tres meses sin cobrar, por lo que pueden quedar libres en cualquier momento. Además, Román empezó la Liga como titular pero tras la llegada de Raúl Agné al banquillo ha perdido protagonismo y en las últimas jornadas ni siquiera entra en las convocatorias por el «overbooking» de centrales que hay en la plantilla. El jugador madrileño ya sabe del interés del Hércules y lo ve con buenos ojos, ya que tiene un espina clavada de su paso efímero por Alicante, donde quería echar raíces. Zaguero de 1.94 metros, destaca por su juego aéreo y su buena salida de balón y la pasada temporada, en el Mestalla, fue el protagonista de los dos partidos contra el Hércules. En Paterna firmó un choque espectacular y en el Rico Pérez cometió un penalti claro sobre Carlos Martínez en los minutos finales que sirvió en bandeja la victoria al cuadro alicantino.
A Román le ilusiona volver al club blanquiazul pero la operación no es sencilla, ya que firmó tres años por el Córdoba y la inestabilidad institucional allí es extraordinaria, hasta el punto que no se descarta que el club califal pueda desaparecer si no llega a toda prisa un inversor ya que el anterior presidente, Jesús León, fue detenido por delitos societarios.
El central madrileño, hijo del legendario jugador de balonmano de los 80 Juanqui Román, está viviendo su particular calvario en el Córdoba al acumular tres meses de impagos y además no gozar de oportunidades tras ser indiscutible en el Mestalla el curso pasado.
El Hércules necesita refuerzos por la vía de la urgencia para su zaga por la baja de larga duración de Samuel Llorca y por las dudas generadas en el lateral derecho, donde Felipe Alfonso sigue sin reaparecer tras ser operado de una hernia inguinal. El zaguero pretendía volvera jugar antes de que acabara 2019 pero sigue fuera de las convocatorias. El director deportivo Portillo, que de nuevo llevará la voz cantante en el mercado de invierno (con permiso de Juan Carlos Ramírez), tiene en mente fichar a dos centrales en enero y desplazar a Álvaro Pérez al lateral derecho, lo que provocaría un «overbooking» serio en esta última posición con Felipe Alfonso, Víctor Olmedo y el citado Álvaro.
Teo Quintero, el último en llegar
El central blanquiazul Teo Quintero afirmó ayer que el camino para que el Hércules despegue en la clasificación pasa por mantener la portería a cero, tal y como sucedió este domingo ante el Olot. El barcelonés, de 20 años, disputó ante el conjunto catalán sus primeros minutos de la temporada y lo hizo como titular ante las numerosas bajas del equipo alicantino en defensa.
«El camino para ir hacia arriba es mantener la portería a cero, sin eso será complicado», dijo el jugador, quien reconoció que tenía «muchas ganas» de debutar en el Hércules. El central admitió que el escenario de su debut, tras una semana complicada y con el equipo en descenso, «no era el ideal», aunque precisó que «cuando no juegas lo que quieres es participar como sea y en las condiciones que sean». Quintero, que llevaba desde la pasada temporada sin jugar un partido completo, indicó que fue «de menos a más» y que ganó confianza «con el paso de los minutos». «No soy de ponerme notas, pero creo que aprobé. Lo que está claro es que puedo coger más confianza si el entrenador me da más oportunidades», explicó el defensa, quien apreció un «cambio de actitud» en el equipo con respecto a otras jornadas.
El Hércules pondrá a prueba su mejoría el domingo (12.00 horas) en su visita al filial del Espanyol, que ha encadenado cuatro triunfos y está a las puertas de la zona de promoción.
