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Análisis

Falcón y un equipo en depresión

El portero es el único jugador que ha mantenido el nivel en un Hércules sumido en una profunda crisis deportiva

Falcón, el pasado domingo en La Nucía. álex domínguez

Tanto como futbolistas que den la talla, el Hércules echa en falta el impulso de sus mandatarios para contestar a las cuestiones más primarias del ser humano. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y, sobre todo, ¿adónde vamos? Como los dirigentes no están, o al menos no se les espera, la impericia campa a sus anchas desde hace más de los debido. La excepción tocó el año pasado, en el que se alinearon todos los astros, pero la catástrofe merodea desde hace mucho el Rico Pérez. El fútbol es, en multitud de ocasiones, un juego ingobernable en el césped pero la eficiencia en los despachos siempre reporta provechos al vestuario.

Ahora, en la semana más negra de su historia reciente, empequeñecido como nunca en el campo y con unos jugadores que hasta han llegado a las manos en el entrenamiento, el Hércules ha decidido no actuar, en una mezcla de apatía y estupor. La imagen es preocupante, la solución, por el momento, es ninguna. Sin volantazo drástico en el banquillo ni en la dirección deportiva, los futbolistas, marcados por el propio club como responsables de la desgraciada 17ª posición, se perfilan como única solución para reconducir la situación. Al menos hasta el parón de Navidad, en el que habrá un amplio intercambio de cromos.

Portería

Un muy meritorio Falcón evita sonrojos mayores

Desprotegido, abandonado a su suerte, blanco fácil de un ejército de brazos caídos. El Hércules lleva 20 goles recibidos en 14 jornadas, pero podrían ser el doble. Falcón es el único futbolista que se escapa de la ruina generalizada, el gaditano ha mantenido su gran nivel de la temporada pasada, en la que sólo recibió 23 goles en 37 partidos. Nada queda de aquella defensa amurallada y a prueba de bombas, sólo un Falcón que cada semana trata de evitar sonrojos mayores. Su suplente, Rubén Ualoloca, fichado este verano, todavía no ha debutado y no lo hará salvo contratiempo inesperado. Quizás en el partido de Copa del Rey ante el Recreativo de Huelva tenga sus 90 minutos de fama. Poco más le dejará Falcón. Es el único puesto del equipo en el que no se precisan fichajes de urgencia en este mercado invernal al que el club acudirá en masa.

Defensa

El agujero de Juanjo Nieto y una serie de malas decisiones

La zaga ha sido la desencadenante de este problema que no cura. La cuestión es de fondo, va mucho más allá, pero lo cierto es que la prematura lesión del lateral derecho Felipe Alfonso comenzó a desequilibrar al Hércules. El vallisoletano había sido el elegido por Portillo para suplir a Juanjo Nieto, el mejor y más diferencial jugador del equipo en las dos últimas temporadas. El relevo, claro está, hizo aguas. Desde el minuto 30 de la primera jornada el club ha ido tapando agujeros. Probó con Álvaro Pérez, habitual y muy correcto central, y al final se terminó decantando por Olmedo, un canterano con buenas maneras y poca experiencia. El parche duró lo que aguantó la reconstrucción fallida de Jesús Muñoz. Por si fuera poco, el capitán Samuel se lesionó de gravedad y dijo adiós a la temporada. La opción de Álvaro como lateral quedó eliminada por las urgencias en el eje de la defensa. Sin embargo, el club decidió no fichar a nadie como sustituto de Samuel pese a que por la mesa de Portillo pasaron multitud de propuestas, como la de Unai Albizua, que esta semana ha firmado por el UCAM. Ahora, el Hércules debe recomponer una defensa de extremas circunstancias porque Álvaro Pérez fue expulsado en el Camilo Cano. Teo Quintero, central, y Rulo, lateral zurdo, ambos fichados este verano, no cuentan para Muñoz. La solución de urgencia en La Nucía fue emplear a Fran Miranda, habitual mediocentro, al puesto de central. El resultado no fue el esperado.

Centro del campo

Nadie asume el timón

El tinerfeño Yeray fue el elegido, pero es irregular. El mediocentro canario no ha terminado de asumir las riendas del equipo y el Hércules lleva tres meses de Liga sin saber a qué juega ni quién debe ser quien lo marque. Ese rol lo asumió Diego Benito el año pasado pero su participación en éste se ha reducido a la mínima expresión. En La Nucía volvió a ser titular dos meses y medio después pero el equipo naufragó. Miranda, un perfecto «stopper», no puede ni debe asumir ese protagonismo, máxime ahora, que debe echar una mano atrás. El colombiano Alvarado sólo ha jugado cuatro ratos y resulta intrascendente.

Delantera

Una fuerte inversión y un descalabro

El club fio su suerte en verano a dos delanteros consagrados; Jona y Benja, a los que había firmado en enero dos excelsos contratos. Ninguno ha terminado de echar la puerta abajo y Benja, para más inri, protagonizó con Moha la pelea del pasado miércoles. El otro desembolso notorio fue para el mediapunta Alejandro Alfaro, de sobrada trayectoria en Primera y Segunda, pero su aportación ha sido nula hasta el momento. Su hermano Jesús, el futbolista más entonado, cayó lesionado a principios de este mes y ya no reaparecerá hasta 2020. Borja, fichado del Elche para el extremo izquierdo, tampoco ha dado un paso al frente. Un equipo en depresión.

Albizua, que fue ofrecido al Hércules, firma por el UCAM

El central vasco Unai Albizua, de 30 años, que fue ofrecido este mes al Hércules tras la lesión de Samuel, ha firmado por el UCAM de Murcia, también de Segunda B. Portillo decidió obviar la proposición de Albizua, que llegó a debutar con el Athletic y que ascendió con el Leganés a Primera. El Hércules esperará hasta el mes de enero para efectuar fichajes y para la defensa llegarán al menos dos jugadores, a la espera de Felipe.

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