El delantero del Hércules, Carlos Martínez, afirmó este jueves que no quiere ser recordado como un integrante del peor equipo de la historia del club, en referencia a la posición de descenso a Tercera División que ocupa actualmente el conjunto alicantino. "Jugar en el Hércules es una oportunidad muy grande y las estamos desaprovechando", dijo el jugador catalán, quien aseguró que le ha costado muchos años de su carrera "llegar a un club tan grande".

"Nos jugamos el pan de nuestras familias. A veces pensamos que solo lo pasan mal los de Alicante o los canteranos. Por no ser de aquí no quiere decir que no lo sienta o lo pase fatal", explicó Martínez, quien desveló que atraviesa una situación difícil en lo personal por la mala dinámica del equipo. "Esto te lo llevas a casa y están mal con tu mujer y con los niños. Queremos darle la vuelta cuanto antes para volver a ilusionar a la gente y demostrar el compromiso", argumentó el atacante.

Carlos Martínez justificó el aviso del director deportivo, Javier Portillo, quien indicó que el club renovará su plantilla en el mercado de invierno si no llegan los resultados. "Es algo normal cuando los resultados no funcionan y es positivo porque nos anima a apretar los dientes y demostrar que queremos estar aquí", dijo el jugador, quien aseguró que el equipo "quiere competir, pero no puede".

"Hay un tema psicológico y un bloqueo grande. Esta situación nos avergüenza a todos y queremos darle la vuelta", comentó el goleador, quien indicó que la pelea protagonizada por Benja y Moha ejemplifica el nerviosismo que hay por la situación. "Son cosas que pasan y nos avergonzamos todos. Saben que se han equivocado y tendrán que responder en el régimen interno", dijo el delantero, quien insistió en que los jugadores del Hércules han creado "esta mala dinámica" y son los que deben ponerle solución.

Carlos Martínez recordó que fichó por el Hércules hace dos temporadas para "ascender al equipo" y admitió estar viviendo una situación nueva en su carrera, la de pelear por evitar un descenso. "No hay mejor club por afición, historia y estadio para alcanzar el fútbol profesional y no me voy a bajar del barco", sentenció.