Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ramírez saca el látigo contra la plantilla y avala a Portillo

El copropietario del Hércules carga con dureza contra los jugadores en una reunión a puerta cerrada en el Rico Pérez

Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, en Ponferrada. alex domínguez

Ha tardado en aparecer, aplacado por una mesura impropia, contenido por unos y otros, en medio de una crisis deportiva sin precedentes en los cien años de vida del club. Pero lo ha hecho duramente. Juan Carlos Ramírez, máximo accionista del Hércules junto a Enrique Ortiz y socio de Portillo en Zassh Tecnológica, leyó ayer la cartilla al vestuario, al que culpa en exclusividad de la situación actual de un equipo confeccionado para el ascenso y que pena desde el inicio de temporada por la zona más deprimente del tercer escalón del fútbol nacional.

El rapapolvo fue fuerte, Ramírez acudió al Rico Pérez y se reunió con la plantilla en la sala de prensa antes de comenzar el entrenamiento. En la reprimenda estuvo presente el presidente Carlos Parodi, el cuerpo técnico al completo y también el director deportivo Javier Portillo, al que el accionista le reconoció en público el trabajo realizado. «En verano me dio los nombres de los fichajes y confié ciegamente en él», expresó ayer el empresario vasco ante la plantilla.

Ramírez escenificó su enfado ante el vestuario y reprochó a los futbolistas que ninguno de ellos está al nivel que se esperaba y que la culpa de que el Hércules esté sumido en un drama total es suya. El empresario vasco les exigió «más compromiso» y que vuelvan a ilusionar a unos accionistas que les pagan unas de las nóminas más altas de la historia reciente de la entidad. Ramírez recordó a la plantilla el esfuerzo económico que el Hércules destinó para esta temporada y les emplazó a final de año para tomar soluciones más drásticas.

Precisamente Ramírez puso como plazo los próximos cinco encuentros, los que quedan de 2019, para percibir una mejoría que si no se produce desencadenaría en otro viraje brusco en la ya abrupta travesía que atraviesa el equipo desde que el proyecto arrancara con estocadas el pasado mes de julio.

En la reunión de ayer no estuvo Enrique Ortiz pero la intervención de Juan Carlos Ramírez contó con el beneplácito del máximo accionista del Hércules, que capea con incertidumbre el peor momento deportivo del club justo cuando se van a cumplir 20 años de su llegada salvadora a una entidad acostumbrada desde entonces a vivir sobre el alambre.

Durante la reunión de ayer en la sala de prensa del Rico Pérez, que duró en torno a 20 minutos, Ramírez también entró en individualidades y exigió a varios jugadores como Benja o Yeray que dieran el do de pecho porque se les fichó para que marcaran las diferencias en la competición y hasta ahora no lo han demostrado.

El toque de atención a la plantilla de Ramírez, que se mantuvo al margen durante toda la temporada pasada, es también un nuevo paso al frente del empresario vasco, tras una etapa en la sombra. Ramírez cumplió el pasado mes de junio cinco años como socio de Ortiz en el Hércules y ya ejerció en varias ocasiones como el azote de una plantilla a la deriva. Además, son de sobra conocidas sus diferencias con el director deportivo, Javier Portillo, al que sorprendentemente defendió ayer de una manera más o menos velada ante los futbolistas.

El empresario entiende que la plantilla que confeccionó Portillo el pasado verano es de garantías y que la culpa recae ahora mismo sobre los jugadores, a los que leyó la cartilla ayer tras la triste imagen que dio el equipo ante el Mestalla el pasado domingo. Ramírez aclaró a la plantila que se puede ganar o perder, pero nunca dar esa sensación de apatía y vulnerabilidad.

El Rico Pérez gritó tímidamente contra Portillo en la victoria del Orihuela hace justo dos meses, pero la llegada de Muñoz templó gaitas. Ahora, con una nueva dinámica negativa del equipo, Ramírez sale al paso para escudar a Portillo y colgar el cartel de culpable a una plantilla confeccionada para pelear por el ansiado ascenso y que ahora bracea entre el lodo, en unos impropios y vergonzosos puestos de descenso a Tercera División. El domingo, máxima tensión en La Nucía. Una final, otra, en el mes de noviembre.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats