Por si alguien aún tenía dudas, ayer (17 de noviembre) quedó bien claro que el objetivo del Hércules es única y exclusivamente la permanencia en Segunda División B. El equipo no está para más y, visto el choque ante el Mestalla, la empresa no será sencilla. El conjunto blanquiazul rozó ayer el espanto y mereció caer goleado ante un Mestalla que marcó en el minuto 93 pero pudo hacerlo antes en alguna de sus numerosas llegadas, en las que se topó con Falcón y los palos. El Hércules destiló ante el filial «che» miedo e inseguridad por todos sus poros y milagrosamente estuvo a pocos segundos de ganar, pero el desastre defensivo lo vio todo el mundo y lo confirmó Jesús Muñoz en la sala de prensa.
La revolución en el once del técnico de Mota del Cuervo no fue tal ya que sólo cambió a Jona por Benja como «9». Ya en los primeros minutos quedó claro que la salida en tromba firmada semanas atrás ante el Barça B fue un espejismo. El Mestalla se apoderó del balón, provocó tres córners en siete minutos y el Hércules era incapaz de pasar del centro del campo, los pivotes Miranda y Yeray se escondían en la salida de balón y el juego directo era estéril. Únicamente se intentaron ataques previsibles por la banda de Borja y Nani.
Antes del primer cuarto de hora Falcón ya desbarató dos remates a quemarropa tras pérdidas de Olmedo y Pablo Íñiguez. Un mal pase atrás de Moha pudo provocar una desgracia y un despiste incomprensible de Álvaro Pérez cuando era el último defensa también dejó solo a un atacante con el portero. El espanto era tal que Muñoz decidió dar un volantazo en el minuto 39 y la maniobra resultó bastante extraña: sacrificó al canterano Víctor Olmedo para dar entrada al organizador Diego Benito, lo que provocó el desplazamiento de dos jugadores fuera de su posición natural: Fran Miranda de central y Álvaro Pérez de lateral derecho. Con el «cerebro» al mando en la sala de máquinas, la salida de balón mejoró y al menos se llegó al descanso con mejores sensaciones.
El Hércules arrancó el segundo acto con más ímpetu pero en defensa seguía siendo un manojo de nervios y la primera ocasión, en el 50', fue para el «9» del Mestalla Jordi Sánchez, quien definió mal ante Falcón tras ganarle la partida a Miranda, desubicado como central y que sufrió de lo lindo cada vez que el balón pasaba cerca de él. Los augurios eran malos después del baño del primer acto pero en una jugada aislada se adelantó el Hércules. Un balón largo a la espalda del lateral izquierdo propició la carrera del potente Moha Traoré, quien se coló entre dos rivales con fuerza para ganar la línea de fondo y servir un balón de oro al corazón del área pequeña, donde Jona apareció solo para empujarla. Los jugadores de Muñoz celebraron con rabia el 1-0 y se mostraron especialmente cariñosos con el asistente, que escuchó pitos en el primer acto. El gol envalentonó al Hércules unos pocos minutos, pero enseguida se le vieron las costuras. En el 56', Íñiguez se comió un balón a su espalda aparentemente sencillo de alcanzar y provocó que Jordi se plantara solo ante Falcón, pero ejecutó mal. El Mestalla pareció darse cuenta de que los zagueros blanquiazules eran auténticos flanes, cada balón cerca del área propia provocaba un ataque de nervios y las ocasiones se sucedieron.
El portero gaditano salvó cuatro ocasiones claras hasta que Muñoz decidió dar otro aire al ataque sentando a Borja y dando entrada a Alejandro Alfaro, quien pasó la última media hora persiguiendo sombras y casi sin tocar el balón.
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Falcón se vistió de héroe en el 78' para salvar un disparo a quemarropa de Moreno y el Hércules únicamente se acercó al área de Bernad con una extraordinaria acción individual de Nani, que se marchó por potencia y velocidad de dos zagueros y sirvió un gran centro que no remató nadie.
Pero los protagonistas del partido era los jugadores del filial y Falcón. En el 91' desperdició el Mestalla una ocasión clamorosa en una falta lateral que se estrelló en el palo sin que nadie la tocara. El balón le quedó en posición perfecta a David Castro, pero su cabezazo sin oposición se marchó fuera de manera milagrosa. Tras esta acción parecía ya imposible que pudiera llegar el empate, pero el destino le tenía reservado al Hércules un bofetón importante, de los que dejan la cara ardiendo y la ira te come por dentro. Corría el minuto 93, el último del partido, y al Mestalla le valió con un cambio de orientación hacia la banda izquierda para que entraran dos jugadores sin oposición de manera incomprensible. Jordi remató en primera instancia al palo y el rechace fue de nuevo a un atacante «che», que puso el balón en el área pequeña para que lo cabeceara Pablo Jiménez. Castigo merecidísimo a un Hércules que huele a miedo que echa para atrás. El fantasma del descenso era real.
El marroquí Abde se queda sin minutos
El marroquí Abde se queda sin minutosLa sorpresa en la convocatoria del Hércules fue el extremo marroquí Abde, todavía en edad juvenil y que compite habitualmente con el filial de Tercera División. El atacante «calentó» durante toda la segunda parte pero no tuvo minutos porque Muñoz dio entrada, por este orden, a Diego Benito, Alejandro Alfaro y Jona. También estaba en el banquillo Pedro Torres, del filial, ya que ayer no estaban disponibles los lesionados Samuel, Felipe Alfonso y Jesús Alfaro. Ni Alvarado, con Colombia sub'23.
