Felipe Alfonso da pasos sobre seguro, pero más lentos de lo que el entrenador del Hércules Jesús Muñoz y el propio jugador querrían. Es altamente improbable que reaparezca antes del parón navideño ya que todavía no entrena con el grupo ni hay fecha para que lo haga.
El lateral pucelano fue operado el pasado 22 de octubre de un hernia inguinal y el plazo establecido en un principio por los servicios médicos era que volviera a la competición en el plazo de un mes, algo que no se cumplirá. Felipe Alfonso realiza actualmente carrera continua y trabajo en el gimnasio, pero su incorporación a los entrenamientos como uno más tendrá que esperar al menos dos o tres semanas, ya que el objetivo prioritario ahora es ir con calma en la readaptación para evitar otro frenazo. Después de esperarle cuatro meses, sería imperdonable una recaída por sobreesfuerzo y en el cuerpo técnico ya piensan en él como un fichaje de invierno.
Felipe Alfonso es un jugador fundamental en la plantilla ya que llegó este verano procedente del Alcorcón con el reto de hacer olvidar a Juanjo Nieto, quien descartó cuantas ofertas de renovación le puso el Hércules encima de la mesa porque quería probar suerte en Segunda, algo que está consiguiendo de la mano del Oviedo. Felipe fue el primer fichaje cerrado por el director deportivo Javier Portillo tras la recomendación de Lluís Planagumà, quien lo conocía a la perfección ya que le dirigió en el filial del Villarreal. El lateral pucelano completó la pretemporada con aparente normalidad y fue titular en el primer partido de Liga, disputado a domicilio en El Prat, pero a los 35 minutos pidió el cambio por molestias en el pubis. Desde el cuerpo técnico y el médico lo achacaron al césped sintético (más duro que el natural) pero con el paso de los días las molestias no remitían y fue diagnosticado de pubalgia.
La situación se complicó verdaderamente cuando los tratamientos para esta dolencia no mitigaron las molestias. Finalmente, y tras numerosas pruebas, se le detectó una hernia inguinal de la que fue operado hace tres semanas en Sevilla. Felipe esta viviendo un calvario estos últimos meses y el vestuario está muy pendiente de él. Amigo personal de Carlos Martínez, el lateral cuenta las horas para volver a competir. «Sus sensaciones son buenas, no tiene dolor», explicaba ayer el médico del Hércules Diego Gómez, que forma parte del equipo de trabajo del traumatólogo Pedro Luis Ripoll.
Al equipo de Jesús Muñoz se le acumulan las bajas al tiempo que el equipo sigue sin levantar el vuelo y poner tierra de por medio con la zona baja. El Hércules tiene 11 puntos, ocupa la plaza de promoción de descenso y el domingo (18.00 horas) está obligado a ganar en el Rico Pérez al filial del Valencia. Para este partido no están disponibles Felipe Alfonso, el central Samuel Llorca y el extremo Jesús Alfaro. El segundo no jugará más esta temporada por otra lesión grave en su rodilla derecha, mientras que el atacante estará un mes de baja por una rotura muscular que trastoca mucho los planes del técnico, ya que el menor de los Alfaro era el jugador más desequilibrante en las últimas semanas.
Tampoco podrá ser convocado el mediocentro Jaime Alvarado, que hoy se marcha a Japón con la selección colombiana sub-23 para disputar un amistoso ante el combinado nipón.
Muñoz empezará a preparar hoy el choque del domingo y se esperan novedades en el once tras la decepcionante derrota en Castalia (1-0), donde al Hércules le sobró miedo y le faltó ambición. Moha y Alejandro Alfaro se disputan una plaza en la banda derecha y Jona podría entrar como «9» debido a la alarmante baja forma de Benja.
Tampoco sería descabellado que el «cerebro» Diego Benito tuviera protagonismo para tener un mayor control del partido a través del balón.
