Ha escrito José Carlos Miranda en segre.com: «El Lleida, con el añorado Emili Vicente, fue trabajador y humilde; con Toni Seligrat, sólido y efectivo; con Imanol Idiakez, elegante y, al final, desafortunado; con Siviero, sufrido y superviviente; con Albadalejo, irregular y sorprendente para el bueno y para lo malo; con Oliva, triste y apático hasta la depresión; y con Molo, guerrero y ambicioso. El actual equipo muerde, como mordía él cuando se enfundaba la camiseta azul». Y es que Molo fue central y capitán del Lleida desde el curso 2012 al 2016. A principios de junio decidió colgar las botas en el Guijuelo y aceptar la propuesta de la entidad ilerdense. Sin experiencia en los banquillos, hubo una sensación generalizada: fichaje arriesgado pero que ilusionaba mucho. Pues bien, este almeriense de 34 años y 1,90 de estatura está conquistando a los escépticos con juego y resultados. El Lleida tiene sello propio y es líder. Solo ha caído una vez en el camino, contra La Nucía en el Camp d'Esports (0-2). Seguramente, sufrirá resultados inesperados, como el de la pasada jornada (0-0) ante el Atlético Levante. Pero, da la sensación que este equipo no se va a caer tan fácilmente como en otras temporadas. Es líder porque tiene un líder de entrenador. Promete guerra hoy. ¿Podrá el Hércules?