El capitán del Hércules Samuel Llorca conocerá exactamente el alcance de su lesión de rodilla el próximo jueves, pero todo parece indicar que deberá pasar por el quirófano, lo que le obligaría a parar unos ocho meses y le dejaría incluso al borde de la retirada a sus 34 años. El central alicantino fue examinado ayer por el traumatólogo Pedro Luis Ripoll en la clínica Sportclínic de Murcia y las primeras pruebas no invitan precisamente al optimismo.
«Es probable que la plastia que le injertaron en la rodilla hace siete años en otro centro ahora se haya roto, lo que le obligaría a ser operado y realizar una recuperación de unos ocho meses. El jueves haremos la prueba definitiva con un sistema complejo de cámaras Go5D y veremos si se mantiene el diagnóstico», explicó ayer el doctor Ripoll a este diario.
De confirmarse esta baja de larga duración, el Hércules podrá reforzarse en el mercado con un jugador en paro o que esté militando en otro equipo, como ya hiciera el pasado mes de febrero con Benja cuando Emaná se lesionó también de la rodilla. El director deportivo Javier Portillo ya rastrea el mercado en busca de defensas que puedan subir el nivel de la zaga teniendo en cuenta que el técnico Jesús Muñoz anda muy escaso de efectivos.
Muñoz, casi sin alternativas
Como centrales puros actualmente cuenta con Pablo Íñiguez, Álvaro Pérez y un Teo Quintero inédito que es toda una incógnita por su juventud y que hasta la fecha era habitual en la lista de descartes (contra el Ebro sí se sentó en el banquillo).
El preparador conquense sí cuenta con dos laterales zurdos específicos (Nani y Rulo) pero en el flanco derecho la avería es seria ya que por el momento debe fiarlo todo al canterano Víctor Olmedo, que se reivindicó ante el Ebro con un partido muy completo. Con Álvaro Pérez asentado en el eje de la zaga, no hay más alternativas porque Felipe Alfonso pasa hoy por el quirófano en Sevilla para ser operado de una hernia inguinal que le provocaba las molestias en el pubis.
Los servicios médicos del Hércules aseguran que en un plazo de dos semanas podría empezar a correr, pero todo dependerá de cómo se desarrolle la intervención y de si finalmente se confirma que la hernia es el origen de las molestias. De todas maneras, en el mejor de los casos, parece complicado que Felipe Alfonso pueda reaparecer antes de final de año ya que debería realizar prácticamente una pretemporada en solitario. El lateral pucelano, que llegó este verano procedente del Alcorcón para ocupar la plaza de Juanjo Nieto (ahora en el Oviedo), únicamente jugó 35 minutos en el estreno liguero en El Prat y desde entonces se encuentra en manos de fisioterapeutas, médicos y rehabilitadores luchando contra la pubalgia, una de las lesiones más temidas por los futbolistas.
