Samuel Llorca, capitán del Hércules, podría perderse buena parte de la temporada por una lesión en su rodilla derecha. El futbolista alicantino, de 34 años, apoyó mal tras un salto el pasado jueves y tuvo que retirarse del entrenamiento con gestos de dolor.

El alcance de la lesión todavía no se ha podido diagnosticar porque el futbolista tiene la rodilla muy hinchada y a lo largo del día de hoy, Samuel será sometido a varias pruebas por el doctor Ripoll, una vez que la inflamación haya bajado.

Las primeras exploraciones, no obstante, no fueron muy halagüeñas, más si cabe en un futbolista que ha sufrido dos lesiones de cruzado, una en cada rodilla, durante su etapa en el Celta, club en el que sólo pudo disputar dos encuentros oficiales entre 2012 y 2014. No obstante, Samuel, que ayer estuvo en la grada, confirmó a este diario que no le parecía tan grave como las lesiones anteriores.

La profesionalidad de Samuel ha sido hasta el momento muy valorada en el vestuario blanquiazul, desde que regresara a su casa en el verano de 2017. Su compromiso, con una preparación especial antes de cada partido en sus rodillas, quedó fuera de toda duda, incluso cuando el pasado año sufrió una aparatosa caída en otro entrenamiento que le provocó un esguince cervical severo.

Al Hércules se le presenta un problema con la baja de Samuel, todavía por determinar, precisamente en la defensa, la zona más debilitada tras la lesión en la jornada uno del lateral derecho Felipe Alfonso. Ayer el técnico blanquiazul, Jesús Muñoz, empleó al canterano Víctor Olmedo en el carril diestro y desplazó al centro de la defensa a Álvaro Pérez. Hasta que se reabra el mercado el próximo 1 de enero de 2020, el Hércules deberá utilizar a los 21 futbolistas que tiene; entre ellos, el central hispano-venezolano Teo Quintero, todavía inédito como blanquiazul.

Jona y el penalti

En el último minuto Carlos Martínez fue cazado en el área y el árbitro decretó penalti. Jona se acercó al balón con intención de lanzarlo, pero tras un intercambio de palabras Carlos, que ya había marcado un gol, decidió tirarlo él. Mientras, la grada cantó a coro el nombre de Jona, pero la negociación no llegó a buen puerto. El hispano-hondureño sí le felicitó al catalán por el gol, aunque después, tras el partido, fue el primero en abandonar el vestuario.

El técnico, Jesús Muñoz, trató de quitar hierro al asunto en rueda de prensa: «Lo importante es que ha terminado en gol».