La principal obsesión de Jesús Muñoz es frenar la sangría de goles en contra (lleva 14 en ocho partidos). El Hércules lleva sin conseguirlo 10 encuentros seguidos (las ocho jornadas de este curso más los dos últimos partidos del pasado) y la anécdota ha pasado a convertirse en un problema de supervivencia. «Debemos intentar minimizar errores a nivel defensivo porque teniendo el esfuerzo de todo mundo el promedio de goles tiene que bajar», explicó Muñoz ayer viernes en rueda de prensa. «Es un problema global, no de individualidades», apuntó.

El preparador blanquiazul también recordó que «las ganas de agradar» de sus futbolistas «llevan a la precipitación». De algo similar advertía durante la semana el mediapunta Alejandro Alfaro. «No es un vestuario de brazos caídos, todo lo contrario», confesaba el futbolista onubense.

El Hércules, necesitado más que nunca de una victoria para no seguir atrapado en unos impropios puestos de descenso a Tercera División, buscará repetir mañana (19 horas ante el Ebro) el nivel que ofreció ante el Barça B hace dos semanas. «Veníamos de hacer dos buenos partidos, aunque perdiéramos en Llagostera, y ante el Andorra nos faltó contundencia», añadió el técnico herculano. «Ahora necesitamos el compromiso de todos, queremos ser un equipo aguerrido y compacto», apuntó Muñoz, consciente de que el Ebro planteará un partido diferente al de los dos rivales anteriores, con más aprecio por las posesiones largas y el juego elaborado. «Van a poner en juego otros conceptos y deberemos tener tranquilidad todos con todos; sabemos que la situación no es la mejor», proclamó Muñoz, sabedor de que el Rico Pérez anda nervioso por este comienzo de Liga tan inesperado.

«Nos gustaría que fuera todo perfecto pero en el fútbol puede pasar cualquier cosa», continuó Muñoz, que quiso dejar una cosa clara en relación a la dificultad que tuvo el Hércules en Andorra para entrar en el encuentro. «Si nos ponemos por debajo en el marcador pronto, no podemos venirnos abajo; diría poco de nosotros», confesó el entrenador blanquiazul. Muñoz insistió en que buena parte del trabajo realizado durante esta semana ha girado en torno a esa problemática: «Hay que mentalizarnos de que no puede ser así, he incidido en ello».

Samuel, envuelto en polémica

Sobre la presencia en el once inicial del central alicantino Samuel Llorca, discutido por un sector de la afición en las últimas jornadas, Jesús Muñoz no dio pista alguna, aunque sí que le echó un capote: «Los primeros en enterarse de la alineación son siempre los futbolistas, pero de Samuel puedo decir que es un grandísimo profesional y que en el día a día se entrena de manera espectacular». Hasta el momento, el único entrenador que ha optado por sentar a Samuel fue el argentino Gustavo Siviero, que decidió alinear a Vilanova en octubre de 2017 ante el Peralada. Sin embargo, fue destituido inmediatamente tras ese encuentro, a pesar de ganar.

Por otra parte, los jugadores que arrastraban algunas molestias musculares no tendrán problemas para entrar en la convocatoria de mañana. Jesús Alfaro, con unas molestias en el tendón de Aquiles será de la partida, aunque podría ceder su sitio en el once al alicantino Borja Martínez, goleador en Andorra. Diego Benito también se ejercita con normalidad, aunque Jesús Muñoz todavía no le ha dado oportunidad de inicio en ninguno de los tres partidos que ha dirigido.