El Hércules rechazó el pasado verano una oferta del FC Barcelona para hacerse con los servicios del lateral alicantino Rubén Molina, "Nani". El importe de la propuesta no ha trascendido, pero el club blanquiazul hizo valer la temporada de contrato que tenía firmada para cerrarle la puerta de salida. Además, le garantizó que el vínculo con el Hércules sería ampliado en breve. Y así ha sido, más en concreto hasta 2023.
La irrupción de Nani en el grupo III de Segunda B fue extraordinaria la temporada pasada. Con 20 años y sin experiencia en la categoría de bronce, el alicantino llamó la atención de numerosos equipos por sus extraordinarias condiciones físicas. Lateral muy rápido, compite bien pese a su juventud y destaca por su aceleración y vocación ofensiva. El Hércules le renovó solo por una campaña (hasta 2020) y este verano llamó el Barcelona a las puertas del Rico Pérez. El director deportivo Portillo y los dueños Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez se negaron a dejarle marchar y accedieron a ampliarle el contrato hasta 2023, una renovación que se hizo oficial este pasado martes y será presentada hoy en el Rico Pérez.
Nani se formó en las categorías inferiores del Hércules y a una edad muy temprana se marchó a la cantera del Real Madrid. Tras varios años en el club blanco fue reclutado, ya en edad juvenil, por el Villarreal. Allí tampoco encontró las oportunidades que buscaba y decidió regresar a Alicante el curso pasado. Ahora es uno de los principales activos del club y de los jugadores más queridos por la grada debido a esas condiciones físicas que tanto llaman la atención. La pasada temporada peleó por la titularidad con Adrián Jiménez, quien ahora defiende la camiseta del Rayo Majadahonda y fue el lateral de confianza de Planagumà en la promoción en una decisión difícil de entender después del buen nivel mostrado por Nani el resto de la Liga. Este curso su competidor es el valenciano Rulo Prieto, un lateral de características muy parecidas y que llega procedente del Atlético Levante.
