El nuevo entrenador del Hércules Jesús Muñoz reconoce que en los despachos del Rico Pérez andan con la mosca tras la oreja por los arbitrajes recibidos en este arranque de Liga, sobre todo en los dos últimos partidos frente al Orihuela y el Llagostera. «Vaya por delante que no es ninguna justificación ni excusa, pero el otro día en Llagostera no nos sentimos cómodos con el arbitraje desde el primer minuto. Todos los que tengo alrededor me dicen que los árbitros le han perdido el respeto al Hércules y veo que algo de eso hay. Aunque sea un tópico, no pedimos que nos den, pero tampoco que nos quiten. Espero no volver a tener que hablar de esto», señaló ayer Jesús Muñoz.
La pasada jornada ante el Llagostera, el Hércules protestó airadamente el discutible penalti cometido por Fran Miranda pocos segundos después de que Carlos Martínez marcara el 0-1. En este partido el colegiado aragonés Usón Rosel no aceptó ninguna de las dos equipaciones presentadas por el club alicantino, por lo que el equipo de Muñoz tuvo que jugar con una camiseta roja de calentamiento con los dorsales pegados con esparadrapo, lo que provocó una imagen lamentable.
Al margen del asunto arbitral, el nuevo técnico destacó el «gran trabajo y el buen ambiente» que hay en el vestuario pese el caótico inicio de Liga, con un punto de 18 y dos entrenadores diferentes. «Nos vinimos dolidos de Llagostera porque el equipo hizo muchas cosas bien, salió reforzado en varios aspectos. Veo a los jugadores con confianza y fuerza y por eso estoy convencido de que los resultados van a llegar», insistió Muñoz.
El preparador conquense recalcó que evitar «los errores groseros» de partidos anteriores es primordial para comenzar a escalar posiciones: «Los errores los cometimos nosotros, si no somos autocríticos no vamos a ninguna parte».
Muñoz admitió que el filial del Barcelona que mañana (19.00) visita el Rico Pérez es un equipo peculiar por el idilio que siempre tiene con la posesión de balón y la verticalidad y rapidez de sus atacantes, entre los que destacan Riqui Puig y Álex Collado, quien la pasada jornada firmó un gol ante el Lleida que dio la vuelta al mundo ya que fue sorteando rivales dentro del área con una facilidad pasmosa. «El Barça B va a querer el balón, es un equipo muy joven, dinámico, con jugadores técnicamente de los mejores del mundo y que son elegidos. Nosotros queremos quitarles el balón para que sufran y estén lo más incómodos posible», aseguró el entrenador del Hércules. «A lo mejor al público en general llaman más la atención sus jugadores de ataque porque ya han debutado con el primer equipo del Barça o son más llamativos, pero el bloque tiene una gran salida de balón, un buen 'pressing' tras pérdida... y eso no es solo de un jugador, sino de todo el equipo», insistió Muñoz.
El preparador conquense dijo no tener una opinión formada sobre la conveniencia de que los filiales disputaran una competición independiente a fin de no desvirtuar una categoría supuestamente «amateur» como la Segunda B. «Yo lo que sí puedo decir es que en mis inicios como futbolista con el Albacete jugué el Campeonato sub'19 y me encantaban estos torneos. No sé si es bueno que compitan en Segunda B, no me he puesto a pensarlo porque bastante tengo con darle vueltas a la cabeza para que intentar ganarles porque nos jugamos mucho y queremos dar una alegría a nuestra afición», explicó Muñoz, que debutará mañana en el Rico Pérez ya que vio el partido del Orihuela desde el palco y su fichaje no fue oficial hasta después de este partido.
El técnico espera un Hércules «intenso y agresivo» pero también confía en que sus atacantes den un paso al frente: «A nivel ofensivo tenemos herramientas suficientes para ganar al Barça B y a cualquier equipo de la categoría, lo veo en los entrenamientos y ha llegado el momento de demostrarlo en los partidos».
Muñoz consideró un mal menor el castigo de un partido de sanción a Borja Martínez tras su expulsión en Llagostera, donde vio la roja por empujar al técnico local Oriol Alsina, quien previamente había retrasado el saque de banda de Nani en una actitud claramente antideportiva: «Le provocan (a Borja) pero él no tiene que picar porque luego lo paga. Esta vez ha sido un partido de castigo. Nada más acabar me reconoce que se equivoca y espero que no vuelva a pasar».
Por último, le técnico dejó en el aire el concurso mañana del extremo Moha y el delantero Jona. Ambos han trabajado con aparente normalidad en las dos últimas sesiones de trabajo tras superar sendas lesiones musculares. Moha ya se perdió el choque de la jornada pasada por este motivo y Jona se vio obligado a pedir el cambio en Llagostera.
