Cuesta imaginar un panorama más desolador para el Hércules. Ni el debut de Jesús Muñoz ha servido para maquillar la dinámica negativa de un equipo que ha sufrido en Llagostera (2-1) la quinta derrota consecutiva, algo insólito en Segunda B. El Hércules acabó desquiciado por el arbitraje del aragonés Usón Rosel, quien expulsó al extremo Borja Martínez en el tramo final del partido por empujar al técnico local Oriol Alsina, quien previamente había retrasado el saque de banda de Nani. El colegiado castigó al cuadro alicantino con dos penaltis y también mandó a la ducha al preparador físico Portu.
El Hércules abrió el marcador con un gran gol de Carlos Martínez en el minuto 15. El punta de Mataró se quitó de encima al central Noel con una buena maniobra de espaldas y marcó desde fuera del área con un disparo ajustado al palo. Pero la alegría duró demasiado poco, ya que sólo dos minutos después el colegiado se sacó de la chistera un inexistente penalti por empujón de Fran Miranda sobre Sascha. De nada sirvieron las protestas y Cortés firmó la igualada (1-1).
El gol del Llagostera dejó tocado al Hércules pero no varió su hoja de ruta y las ocasiones siguieron cayendo del bando alicantino. Samuel, con un remate de cabeza, y Carlos Martínez, con una volea cerca del área, tuvieron el 1-2, pero el choque se complicó incomprensiblemente en el 35' con el claro penalti cometido por Pablo Íñiguez al golpear a Gil al borde del área en su intento de despeje.
En la segunda parte el conjunto de Jesús Muñoz se volcó sobre el área catalana y dispuso de innumerables ocasiones para empatar e incluso ganar, pero las desperdició y acabó desquiciado con la expulsión de Borja Martínez. Incluso el director deportivo Javier Portillo acabó en el césped para recriminar su actuación al técnico del Llagostera.
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