Jesús Muñoz cogió ayer el toro del Hércules por los cuernos. El técnico de Mota del Cuervo ejerció de psicólogo en su primera sesión de trabajo, en la que hizo terapia con sus jugadores durante media hora para intentar levantar su ánimo tras el desastroso arranque liguero. El Hércules ha sumado un punto de 15, ocupa puestos de descenso a Tercera y da síntomas de ser un equipo en descomposición, sin fuerzas ni fe. La mala dinámica provocó el pasado lunes la destitución de Lluís Planagumà y una semana ha tardado el director deportivo Javier Portillo en poner al frente del grupo otro entrenador. Muñoz mostró su «absoluta confianza» en que el Hércules iniciará en breve la remontada porque «los jugadores están por la labor, su predisposición al trabajo es espectacular y eso es lo fundamental». «Sé que lo primero que tengo que cambiar es la mentalidad, me ha dejado muy tranquilo lo que he visto y oído de ellos, pero lo que importa son los hechos y no las palabras», añadió.
Muñoz quiere que el conjunto blanquiazul tenga el balón y sea dominador de los partidos, pero sobre todo exige agresividad: «El Hércules debe morder desde el primer minuto, la agresividad no es negociable para mí, eso se lo he dejado ya claro a los jugadores». El nuevo técnico blanquiazul trabajó seis años junto a Paco Jémez y evidentemente se mira en su espejo: «Me siento identificado con él por la exigencia que tienen sus equipos, eso me encanta, son siempre agresivos. También me gusta que el equipo domine a través del juego combinativo y el balón, pero sin agresividad es imposible».
Muñoz ha visto los cuatro partidos disputados por el Hércules en el Rico Pérez y destacó «la espiral negativa» en la que está inmersa el cuadro alicantino. «Contra el Orihuela hicimos una muy buena primera parte, fuimos muy superiores en el juego pero dos despistes nos costaron dos goles. Después en la segunda parte el equipo se desesperó un poco al ver que las oportunidades no entraban y la contra del 1-3 nos mató. Tengo claro lo que quiero corregir, ya lo vi en los primeros partidos», agregó el preparador conquense.
El nuevo técnico blanquiazul afirmó que «queda un mundo» para escalar posiciones y cumplir con el objetivo de la promoción y el ascenso, pero consideró contraproducente hablar de cuentas o números cuando el Hércules solo ha podido sumar un punto en cinco partidos. «Sé el club en el que estoy, la exigencia que tiene y el hambre que hay en la afición por salir de aquí, pero mi único objetivo es ganar en Llagostera y es lo único que voy a vender, no podemos distraernos con otros objetivos que no se consiguen ahora, sino en mayo o junio», valoró.
Muñoz, de 43 años y padre de tres hijos, afirmó que se ve «más que preparado» para asumir su primera aventura como entrenador en solitario: «Venir al Hércules es apetecible para todo el mundo y me motiva muchísimo esta experiencia. Me veo más que preparado, si no no hubiera dado el paso. Llevo desde los 17 años en un vestuario profesional, primero como jugador y luego como entrenador, sé lo que se respira ahí dentro y sé como piensan los jugadores», resaltó el preparador blanquiazul, quien debutará el sábado en Llagostera en uno de los peores campos del grupo debido a sus reducidas dimensiones y al césped sintético: «No quiero excusas de ningún tipo, ya se lo he dicho a los jugadores. Vamos a Llagostera a ganar y esta semana nos prepararemos para ello. Al jugador le gusta otro tipo de campos y más aún cuando estás habituado al Rico Pérez, pero no estamos para elegir, nos adaptaremos a las dimensiones, al bote del balón y a lo que haga falta».
Por último, el nuevo entrenador del Hércules calificó como «magnífico» el comportamiento de la afición ante el Orihuela pese al 1-3. «Percibí que a poco que le daba el equipo, la gente se venía arriba y animaba. Ahora está en nuestra mano darles cada vez más porque ellos van a estar siempre allí, eso lo tenemos claro. Si vamos todos juntos, todo será más fácil», concluyó.
La plantilla no descansa
La llegada de Jesús Muñoz al banquillo ha dejado sin descanso a la plantilla. El nuevo preparador quiere trabajar todos los días para que el grupo asimile los nuevos conceptos, ya que además se trata de una semana corta porque el Hércules visita el sábado al Llagostera.
Se trata de uno de los peores desplazamientos de la temporada debido a los 1.300 kilómetros que la plantilla deberá viajar en autobús en 48 horas. Además el campo del cuadro catalán es de reducidas dimensiones y césped sintético.
