Cuando el sabio señala al cielo, el tonto mira el dedo. Cuando un entrenador, otro más, abandona el Hércules por la puerta de atrás, el tonto mira al banquillo. El club alicantino tiene en el riesgo su mayor atractivo para convencer a jugadores y entrenadores, conscientes de que fichar por el Hércules es una oportunidad inmejorable para dar caché a sus carreras. También son sabedores ellos de que habrán de convivir entre urgencias y proyectos fugaces, en medio de un club cuyo problema es arquitectónico, no onomástico.

En esta etapa en Segunda División B, que acaba de iniciar su sexta temporada seguida, hasta nueve entrenadores han intentado sin éxito devolver al Hércules al fútbol profesional. Planagumà, destituido el lunes después de tres derrotas consecutivas y una relación insostenible con Portillo, fue el más longevo en el banquillo. El catalán dirigió al equipo en 48 encuentros oficiales y llevó al equipo hasta la final de la promoción de ascenso, en la que fue derrotado con autoridad por la Ponferradina.

Vicente Mir, elegido por Juan Carlos Ramírez, cogió al equipo mediada la 15-16 (el segundo intento por recobrar la categoría) y también alcanzó la final del «play-off». Entonces, como hace tres meses ante la Ponferradina, el Hércules perdió los dos encuentros ante el Cádiz. El técnico valenciano dirigió al conjunto blanquiazul durante 22 encuentros y dejó para la posteridad un récord magnífico pero con final amargo: 16 partidos seguidos sin perder (entre medio, siete victorias seguidas). El final de esa racha fue la eliminatora con el Cádiz.

Pacheta fue el primer entrenador del Hércules en el regreso a Segunda B: se fue a Navidad líder, pero fue cesado un mes después. Atrás dejó 23 partidos. Le reemplazó Manolo Herrero, que llevó al Hércules al «play-off», donde cayó fraudulentamente en el Carranza. El técnico jienense ocupó el banquillo blanquiazul en 42 encuentros oficiales. Fue despedido mediada la 15-16.

La 16-17 la comenzó Tevenet, que tuvo en la Copa del Rey su salvoconducto hasta ya no pudo más. Treinta y tres partidos. Le relevó Carlos Luque, ya sin nada que hacer en las últimas diez fechas. Un año más tarde pasaron tres entrenadores: Siviero (11 partidos), Claudio (16) y Visnjic (13). Nadie recondujo la situación. Planagumà se fue esta semana tras un curso y cuatro jornadas. El banquillo busca a su décimo ocupante.